Jean Marie Dongou siempre será una desilusión en Tarragona. El Nàstic consiguió su llegada en la temporada 2017-2018 para una nueva campaña en Segunda División. A las filas tarraconenses llegaba uno de los delanteros con más proyección de los últimos años del FC Barcelona y que en sus dos últimos cursos había jugado en el Zaragoza, aunque sin terminar de ser pieza capital.
El conjunto grana esperaba que Dongou volviera a ser ese delantero diferencial que apuntaba a ser en La Masía, pero no sucedió. El africano vivió en Tarragona un tormento con las lesiones y no llegó a tener la regularidad deseada. De hecho, ni siquiera llegó a marcar como grana.
Tras solo ocho partidos jugados, ninguno como titular, la aventura del africano llegó a su fin en Tarragona.
Tras su experiencia en el Nàstic, Dongou jugó en el Lugo, en el Lleida, en el Honka y en el Zamora antes de marcharse a Japón para jugar en el Osaka en abril de 2023 en la que sería su última experiencia como profesional: «Es difícil cuando has jugado a fútbol durante toda tu vida. Venía de un proceso de lesiones y de mucha inestabilidad en varios equipos. Físicamente no estaba bien y tenía ganas de estar con la familia y los amigos, pero quiero seguir ligado al fútbol porque es mi vida», cuenta a Relevo.
A día de hoy, Dongou disfruta de su familia, es comentarista para Jijantes en Twitch y actúa como segundo entrenador en el Can Vidalet. La promesa para el ataque forjada en La Masía que decepcionó en el Nàstic y que con solo 26 años ha dicho adiós al fútbol.
