La Guàrdia Urbana de Reus intensifica los controles en urbanizaciones para disuadir a los ladrones

La mayoría de vehículos identificados durante los dispositivos son de vecinos de la zona, pero también han sido localizadas personas con antecedentes por robos con fuerza

27 agosto 2022 20:53 | Actualizado a 27 agosto 2022 20:55
Se lee en minutos
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

La Guàrdia Urbana de Reus ha intensificado la vigilancia en los accesos a urbanizaciones estos meses de verano. Mientras que la costa se llena de turistas, en ciudades de interior, como Reus, pasa el efecto contrario: se vacían. Los vecinos se van de vacaciones o, simplemente, a dar una vuelta por Cambrils o Salou. Y es en estos transcursos de tiempo que las viviendas son más susceptibles de ser objeto de robo y los cuerpos policiales alertan de ello.

Para intentar disuadir a los ladrones, estos meses Guàrdia Urbana está efectuando controles en las urbanizaciones del término municipal de forma aleatoria. Un tipo de actuación organizada, y que a la vez complementa, las tareas de proximidad.

Aunque en la gran mayoría de casos, los vehículos identificados son de residentes de las mismas urbanizaciones, los agentes sí que han localizado a través de este operativo a personas con antecedentes. Fuentes consultadas detallan, a modo de ejemplo, que en julio, fue localizado un vehículo con dos ocupantes en el acceso de una urbanización (sin detallar cuál era). Ambas personas cuentan con multitud de antecedentes por delitos contra el patrimonio. Los agentes decomisaron balizas GPS de seguimiento y micrófonos, que también podrían ser utilizados como inhibidores. También durante el mes de julio, Guàrdia Urbana identificó a un conductor que tenía múltiples antecedentes, en este caso, por robos con fuerza, principalmente en empresas.

«Son controles rutinarios, pero contribuyen a estar en alerta», valora el presidente de la Associació de Veïns Les Palmeres d’Aigüesverds, y también al frente de la Federació d’Associacions de Veïns de Reus (FAVR), Marcos Massó. La proximidad de los agentes es algo muy valorado entre la ciudadanía, «hace aumentar la sensación de seguridad», exclama. Y que estos meses haya una mayor presencia policial, hace respirar más tranquilos a los vecinos. De hecho, las mismas fuentes municipales destacan como uno de los objetivos el de «conseguir que incremente entre el vecindario de las urbanizaciones la sensación de seguridad», aunque no sería el principal. Sobre todo, Guàrdia Urbana busca interceptar sorpresivamente a personas que tengan la intención de robar en el interior de viviendas o realizar vigilancia previa a este hecho delictivo.

Otro objetivo es el de carácter disuasivo: «Los delincuentes que suelen actuar en estas zonas, primero hacen alguna tarea de vigilancia y, si entonces, ven controles policiales, disminuye la sensación de impunidad», señalan las mismas fuentes.

Dispositivos de media hora

Detrás de un dispositivo de control de estas características hay todo un trabajo previo. Primeramente, las patrullas destinadas realizan un reconocimiento de la zona e identifican todos los accesos a la urbanización en cuestión, prestando especial atención a caminos y otros puntos de entrada que no son los habituales. Posteriormente, mantienen entrevistas con vecinos o, si es el caso, con los vigilantes y localizan posibles desperfectos para evitar que hayan zonas oscuras.

Tras todo este reconocimiento previo, se lleva a cabo el control. Varias patrullas se ubican en los accesos durante 20 minutos, 30 como muchos. Transcurrido este tiempo, el dispositivo pierde efectividad, ya que lo que buscan es el efecto sorpresa. Componente que «con los controles de más duración se pierde», destacan fuentes municipales. Posteriormente, los agentes efectúan un último patrullaje por toda la zona, siguiendo con la tarea de prevención e identificación de vehículos y personas que hayan podido acceder por otros viales o caminos no transitados habitualmente.

«En nuestro caso, tenemos vigilante 24 horas, pero nos va fenomenal la presencia policial», cuenta el presidente de la asociación vecinal de Les Palmeres d’Aigüesverds, Marcos Massó. Durante el día tienen a un vigilante y, por la noche, el servicio incrementa con una segunda persona. Así, con esta figura, ante cualquier persona o movimiento sospechoso, o en el caso de que salte una alarma, el vigilante se encarga de llamar a la policía. «Es importante que haya alarmas en las casas. A la que suena, el vigilante se pone en marcha», recuerda Massó.

El presidente vecinal explica que, actualmente, están tranquilos en cuanto a robos. «Esto va a temporadas y, por ahora, no ha habido incidentes», dice. También lo están en la urbanización El Pinar, aunque en este caso tuvieron un inicio de verano algo convulso, como explica Ton Sotorra, al frente de la asociación vecinal de esta urbanización: «Entre junio y principios de julio, hubo varios robos en viviendas, también de catalizadores de coches, se detectaron personas foráneas en el interior de jardines... E incluso un vecino consiguió echar a un ladrón que quería entrar en una casa vecina e hizo fotos. Fue una situación complicada que generó preocupación». Hubo también un intento de entrar en la sede de la asociación de vecinos. «Rompieron la puerta, aunque no sé qué querían, si allí no hay nada de valor», relata el presidente vecinal.

Estos episodios fueron expuestos al cabo de Guàrdia Urbana de referencia de El Pinar «y la respuesta fue, como siempre, muy buena». Sotorra explica que, desde entonces no ha habido –o al menos no tiene conocimiento– ningún otro incidente similar. Los vecinos disponen de un grupo de WhatsApp por donde exponen o alertan de cualquier incidencia, robo o persona sospechosa por la zona. Así, están todos alertados. Pero, en el último mes y medio no ha habido más alarmas, lo que atribuye al buen trabajo realizado por Guàrdia Urbana.

Tanto desde Les Palmeres d’Aigüesverds como de El Pinar, destacan la buena comunicación con la Guàrdia Urbana de Reus y las facilidades para ponerse en contacto desde que los barrios disponen de un cabo de referencia. Una medida que entró en funcionamiento a finales de 2019.

Una comisaría móvil de proximidad para llegar a toda la ciudadanía

Más allá de los controles que Guàrdia Urbana está realizando estos meses de verano en los accesos a urbanizaciones, los vecinos también valoran especialmente la nueva comisaría móvil de proximidad, que entró en funcionamiento a principios del pasado mes de marzo. Con esta nueva herramienta, el cuerpo de seguridad municipal busca extender en el conjunto de la ciudad los servicios que ya presta desde las siete comisarías externas con local propio. Estas son: en la estación de autobuses (de lunes a sábado, de 08 a 21.30 h); en la planta baja del antiguo hospital, en la calle Sant Joan; en la calle del Mas Pellicer (los lunes); Centre Cívic Migjorn (martes); Centre Cívic Ponent (miércoles); Centre Cívic Llevant (jueves); y en el Aeropuerto (de lunes a domingo, coincidiendo con los horarios de vuelos).

Con la nueva comisaría móvil, el servicio se acerca aún más a la ciudadanía a través de una furgoneta condicionada como comisaría. Aquí, los vecinos pueden hacer denuncias, plantear dudas o recibir asesoramiento policial de forma más accesible y rápida de lo que sería en una comisaría convencional.

Comentarios
Multimedia Diari