Varios propietarios de bares y restaurantes de la calle Ample de Reus han sido víctimas en las últimas semanas del ‘timo de la máquina del tabaco’. Se trata de una estafa realizada por clientes ocasionales que simulan echar todas las monedas necesarias en las máquinas expendedoras para comprar tabaco. Acto seguido, es cuando los estafadores alertan al dueño del establecimiento que la máquina no les ha devuelto el cambio de forma correcta y que, encima, se han quedado sin la cajetilla.
Ante esta situación, cuenta uno de los afectados, la reacción más común es abrir la máquina y entregar el paquete al cliente, que se marcha sin haber pagado nada. «Me ocurrió dos veces, pero a la tercera ya no me engañaron más porque me alertó un cliente de toda la vida», explica el dueño de otro local de la calle Ample que se ha encontrado con el mismo problema hasta en cinco ocasiones.
Él mismo, además, alerta que los timadores siempre utilizan monedas de poco valor –10 o 20 céntimos– y, sobre todo, aconseja no hacer caso a las provocaciones. Según cuenta, las reacciones de los estafadores siempre son «gritar, zarandear o dar golpes a la máquina diciendo que no funciona».
Sin cambio
Albert Médico regenta el BarMarian de la calle Ample y también estuvo a punto de padecer la picaresca de los timadores. En su caso, un cliente que no conocía introdujo el dinero en la máquina de tabaco – que terminaron siendo 30 céntimos– y le aseguró que se había quedado sin el paquete. No obstante, y como presintió que le quería tomar el pelo, se negó a abrir la máquina. Entonces fue cuando el cliente le dijo que se iba al coche a buscar un billete para que le diera cambio. De esta forma, matizó, probaría con otras monedas. Nunca regresó. Tras lo ocurrido aquel día, su consejo es «no bajar nunca la guardia y prestar atención a todos los detalles».
Los tres hosteleros se muestra preocupados por el ‘timo de la máquina del tabaco’ y, sobre todo, por las crecientes picarescas que aplican muchas personas para no tener que pagar. Además, también subrayan que si se niegan a abrir la máquina expendedora son increpados y amenazados, aún tratándose de pequeñas cantidades.
Fuentes consultadas de los Mossos d’Esquadra aseguran que no tienen constancia de denuncias interpuestas, ni de una proliferación de casos de este tipo en la demarcación. En este sentido, también aconsejan a los afectados denunciar la situación para que puedan iniciar, si es pertinente, una investigación para coger a los responsables.
