Residentes de la residencia de gente mayor ICASS de Reus, afectados emocionalmente

Portavoces de familias y usuarios insisten en que la gestión del traslado se gestiona con «coacción» y «poca sensibilidad»

02 abril 2024 21:03 | Actualizado a 03 abril 2024 14:00
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Portavoces de familias y usuarios de la residencia de gente mayor ICASS de Reus insisten en que la gestión del traslado se está gestionando con «coacción» y «poca sensibilidad», tanto que les está afectando «a nivel emocional», especialmente en el caso de quienes quieren permanecer en el recinto durante las obras. Esto es algo que, según el Departament de Drets Socials, no es viable, pues la remodelación deberá resolver las problemáticas de legionelosis, riesgo de incendio y estructural y debe cumplir con la normativa de accesibilidad.

Por el momento, acotan estas personas representantes, «se nos ha facilitado un documento en el que tenemos que establecer cuáles son nuestras preferencias» en lo que al traslado se refiere, y continúan en conversaciones.

Una vez más recuerdan que han recogido firmas de la ciudadanía que se ha solidarizado con la causa –es decir, quedarse en la residencia–, llegando a «conseguir 11.133 en total» y que también han alcanzado las firmas de quienes quieren quedarse: «De los 64 residentes de la ICASS, son 48 ya las personas que quieren hacerlo, pues hace poco se sumó un residente más, con familia fuera de Reus». Añaden que «somos 197 familiares, además».

También «enviamos un escrito a los Serveis Territorials de Drets Socials de Tarragona», comentan, por otro lado, documento en el que comunicaron su situación. «(...) En ningún momento se está teniendo en cuenta el padecimiento psicológico y emocional al que están sometidos [los residentes], hasta el punto que los hay que han tenido que ser hospitalizados por esta causa», reza uno de los fragmentos del escrito. Se refieren a la «presión a la que estamos sometidos para que nos marchemos. ¡Ya es suficiente!». En el documento, reiteran que hay informes de profesionales que avalan que se pueden «hacer reformas con los residentes y los trabajadores dentro, aunque es más costoso y se prolongaría en el tiempo».

Queja individual y grupal

Los portavoces subrayan que la situación está siendo compleja, sobre todo en lo psicológico. Cuentan que ha habido una persona residente que presentó, incluso, una queja individual a la Sindicatura de Greuges de Reus, órgano que aunque no es competente, puede derivar el asunto a quien sí que lo es: la Sindicatura de Greuges de Catalunya. De hecho, hay una queja grupal relacionada con la residencia que siguió el mismo recorrido.

La persona afectada en ese caso en concreto, expresan las personas representantes de las familias a través de un comunicado, tras un encuentro con personal del Departament producido a principios de marzo, se sintió «presionada y coaccionada para firmar el formulario (...). Pretendían que lo firmara incondicionalmente, alegando que cerraban la residencia y el personal laboral y funcionario ya había pactado con la Administración su marcha a otros centros». Todo ello, con «poca sensibilidad».

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