Escola Octavio Paz, una mirada holística para afrontar la vida

Su director Xavier López, de Vimbodí i Poblet, explica las dinámicas de una escuela diferente.

24 febrero 2022 13:10 | Actualizado a 25 febrero 2022 11:38
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«Trabajamos lo mismo que la escuela tradicional, pero en lugar de hacerlo con asignaturas estancas, lo hacemos de forma globalizada y con una mirada holística». Son palabras de Xavier López (Vimbodí i Poblet, 1980), director desde 2015 de la multipremiada Escola Octavio Paz, en Barcelona, centro que ha convertido en referencia en toda Catalunya. Xavier cuenta que cuando llegó, lo primero que hizo fue escuchar las necesidades, las de los profesores y las de los estudiantes, las de las familias y las del entorno.  

El objetivo del proyecto educativo de la Escola Octavio Paz consta de dos partes. «Las relaciones humanas y el aprendizaje para la vida», manifiesta Xavier López, autor del libro Mestres d’un mestre (Columna Edicions). Y dentro de las relaciones humanas, «el trabajo en equipo, el ser asertivo, el saber escuchar y tener espíritu crítico». 

En relación al aprendizaje para la vida, en la Escola Octavio Paz se trabaja por franjas en lugar de optar por las asignaturas tradicionales; se distribuyen los alumnos por comunidades y no por fechas de nacimiento y no hacen exámenes. «Hemos dado un paso más y nuestros informes de evaluación son más cualitativos que cuantitativos. Explicamos todo el proceso de aprendizaje del alumno. En ellos interviene la voz del estudiante, la del equipo de profesores, la voz de la familia, así como la del equipo de mediodía», explica el director. Es el resultado de una combinación entre la observación de aula, los diarios y carpetas de aprendizaje, de cuadernos de bitácora, rúbricas y autoevaluaciones.

 

Es un sistema que rompe moldes, tanto en el ámbito de las materias, como en el emocional.

« Las franjas nos permiten personalizar el aprendizaje, que no quiere decir hacerlo de forma individual y, al mismo tiempo, a partir de la mirada colectiva». En cuando a las asignaturas, estas pasan a ser: Assemblea, Capses de treball globalitzat, Laboratoris de llenguatges, Espais competencials, Lingüístics i Matemàtics y Ambients d’aprenentatge donde en la Assemblea, por ejemplo, se trata la parte más humana del alumno. «Cada mañana empezamos con ella y también con la Assemblea terminamos la semana», dice Xavier López. «Se trata de cuidar la parte emocional para después afrontar el contenido. Se les pregunta cómo han estado, qué podían aportar y qué no han aportado e intervienen las familias los viernes por la tarde». En la misma línea, hemos hecho «formación sobre cómo generar diálogo para poder ayudar a los menores». Mientras, el Projecte de recerca es otra de las patas, una propuesta anual que este año se dedica a la cocina.

Afinidades e inquietudes
De igual manera, los alumnos están divididos en tres comunidades. La primera acoge a los que tienen 3, 4 y 5 años; la segunda a los de primero de Primaria, segundo y tercero; y finalmente, en la tercera están los estudiantes de cuarto quinto y sexto. «Haciéndolo así respetamos los ritmos de aprendizaje, eliminamos la competitividad y hacemos aflorar la autoestima. En la vida, los adultos no estamos ordenados por el año en que nacimos, sino por aficiones, inquietudes y curiosidades. Entonces, ¿Por qué en el colegio no puede ser así?».

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