Desalojan a 38 familias de un edificio de Esplugues (Barcelona) por riesgo de derrumbe

A finales de febrero, tras la caída de un falso techo, el consistorio ordenó el inicio de unas obras de emergencia

25 marzo 2024 17:44 | Actualizado a 25 marzo 2024 17:47
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El Ayuntamiento de Esplugues de Llobregat (Barcelona) ha ordenado este lunes el desalojo inmediato de un edificio de la ciudad, conocido popularmente como El Barco y en el que viven 38 familias, por el riesgo de derrumbe.

A finales de febrero, tras la caída de un falso techo, el consistorio ordenó el inicio de unas obras de emergencia y encargó un estudio urgente para determinar la causa de las deficiencias. A raíz de las conclusiones de este informe, el ayuntamiento ha decretado el desalojo inminente.

«En estos trabajos se han detectado deficiencias graves en la estructura del edificio que comprometen la estabilidad del edificio, esto es lo que nos hemos encontrado hoy con este informe», ha explicado el primer teniente de alcalde de Esplugues, Eduard Sanz.

El ayuntamiento ha comunicado este lunes la situación a los vecinos, todos ellos inquilinos, y ha puesto en marcha un protocolo de desalojo que incluye la creación de una oficina municipal de apoyo y atención a las familias afectadas, así como la activación del Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB).

También Protección Civil ha activado en fase de prealerta el plan Procicat y personal técnico del cuerpo se ha desplazado hasta el lugar para dar apoyo al consistorio.

Construido en los años 50, este edificio es desde hace menos de un año titularidad del Ayuntamiento de Esplugues, que se vio obligado por decisión judicial a expropiarlo a su propietario porque el bloque se encuentra en terrenos calificados como zona verde por el Plan General Metropolitano de 1976, por lo que su futuro era la demolición.

Sanz ha subrayado que hacía tiempo que el consistorio estaba en contacto con los vecinos para acompañarles y ayudarles para encontrar soluciones, aunque ahora se han visto obligado a actuar de urgencia.

A las familias sin alternativa habitacional inmediata se les ha ofrecido un alojamiento puntual durante las primeras 48 horas mientras que, en colaboración con la Agencia Catalana de la Vivienda, se buscan soluciones adaptadas a cada caso.

«Los vecinos lo han entendido pero es un golpe inesperado. Hay gente que ha nacido en este edificio. Que te digan que allí donde has vivido muchos años no podrás volver a vivir es un golpe importante», ha indicado el teniente de alcalde, que ha precisado que los vecinos pueden acceder al inmueble para recoger sus pertenencias.

Ante la conmoción que supone este anuncio para los inquilinos del edificio, más allá del acompañamiento para realojarlos, el consistorio ha puesto en marcha un servicio de atención psicológica.

Sobre los motivos del mal estado de la estructura, Sanz ha reconocido que «el mantenimiento no ha sido ni de lejos el que hubiera sido necesario» y ha indicado que el anterior propietario del bloque tenía desde hacía años requerimientos del ayuntamiento por la falta de cuidado de la finca.

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