El ente gestor de infraestructuras Adif instalará una pantalla acústica de 44 metros de longitud por dos de altura en el polígono Francolí, a escasos metros del acceso a la estación de Classificació desde Vila-seca. Forma parte de las actuaciones para amortiguar el ruido a causa del incremento de circulaciones derivado de la entrada en servicio de la variante de Vandellòs, que se acentuará con la entrada en funcionamiento del tercer carril.
La actuación forma parte del proyecto de Construcción de protecciones acústicas en el tramo: bifurcación La Feredat (Vila-seca)- Aguja Clasificación, ahora en fase de exposición pública. En concreto, este dibuja ocho tramos en los cuales se instalarán estas protecciones, teniendo en cuenta que los análisis acústicos actuales han determinado que superan «los niveles máximos de ruido admitidos». Siete de estos están en el municipio de Vila-seca y cuentan con el beneplácito tanto del Ayuntamiento como de los vecinos, según publicó hace unos días el Diari. En cuanto al octavo tramo, afecta al extremo más alejado del polígono Francolí, en la zona de vías del Camí Vell de Salou.
Según el proyecto, la solución en cuanto a la ubicación, longitud, altura, tipología y cimentación necesaria se ha calculado a partir de las mediciones en los análisis acústicos. En el caso concreto del polígono Francolí se especifica que esta barrera acústica se instalará alineada de forma paralela a la vía más próxima a la calle. Esta se ubicará sobre un murete de contención que sustituirá al existente y consistirá en un zócalo de hormigón de 0,50 metros, sobre el que se instalará la pantalla metálica de 1,50 metros.
La actuación ha cogido desprevenidos a los empresarios del polígono Francolí, que desconocían la actuación que quiere llevarse a cabo. Según estos, no ha habido quejas por el ruido por parte de las empresas más próximas a la zona de vías. «En cambio, lo que hay por parte de Adif es una falta de responsabilidad para mantener la zona medianamente limpia», apuntaba el representante de la Associació d’Empresaris del Polígon Francolí, Narcís Ortega.
Ortega lamenta que «obligan a los propietarios a mantener las parcelas limpias y, tras la valla de Adif, está lleno de cañas y todo por ahí tirado». De hecho, el año pasado se generó un incendio en esta zona.
El proyecto de las pantallas acústicas se conoce justo dos años después de que Adif también sacara a información pública un documento, en el cual se preveía la instalación de estas barreras en varios puntos del trazado entre Tarragona y Calafell. La propuesta fue conflictiva, ya que en el caso de Tarragona debían instalarse en la zona próxima al Amfiteatre y entre la Arrabassada y la Savinosa.
Las alegaciones de los ayuntamientos afectados consiguieron parar esta intervención que, en cambio, pasaba de largo de zonas como Torres Jordi y el Serrallo, donde la proximidad con las vías del tren ha sido más conflictiva. «Algunos edificios están muy cerca, pero que te coloquen una chapa de dos metros de altura al lado de la ventana tampoco sería lo ideal», argumenta el presidente de la asociación de vecinos del barrio marinero, David Martín.
Este representante vecinal afirma que «después de más de cuarenta años, personalmente aprendes a convivir con el tren». Si bien el ruido no es una preocupación, excepto cuando se han hecho obras sobre la vía –especialmente en vereano–, los serrallenses no opinan lo mismo de la circulación de convoyes de mercancías peligrosas. «Deben hacerse las inversiones necesarias para que puedan desplazarse hacia el interior», concluye Martín.
Los vecinos están más preocupados por las mercancías peligrosas que por el ruido
