Los menores cometen una agresión sexual por semana en Tarragona

Los delitos de este tipo perpetrados por menores crecen un 62% desde 2019 en la demarcación. Hubo seis condenados el pasado año. Algunos son inimputables por tener menos de catorce años

02 octubre 2023 16:40 | Actualizado a 03 octubre 2023 07:00
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Un delito de agresión o abuso sexual –unificados en la ley del ‘solo sí es sí’– a la semana es cometido por un menor de edad en la demarcación de Tarragona. Los casos documentados en los balances anuales de la Fiscalía tarraconense han pasado de 37 en 2019 a 53 en 2020, 62 en 2021 y 60 en 2022, un año que confirmó la tendencia alcista que venía registrándose. Desde el año previo a la pandemia, el crecimiento ha sido del 62%.

La Fiscalía General del Estado ha alertado en su memoria de 2022 del «notabilísimo y preocupante ascenso» de las agresiones sexuales cometidas por menores. El documento elaborado por el Ministerio Fiscal indica que «las causas de este auge son complejas», pero que, entre ellas, puede estar «la carencia de una adecuada formación en materia ético-sexual, siendo preciso evitar que muchos niños y menores accedan a un visionado inapropiado y precoz de material pornográfico violento».

Los expertos señalan los ‘inputs’ sociales como los principales causantes de este tipo de conductas

«Es cierto que los menores tienen excesiva facilidad para ver pornografía y que no entienden que lo que están visionando no es real», explica la copresidenta de la comisión de igualdad del Il·lustre Col·legi de l’Advocacia de Tarragona (ICAT), Fina Méndez. «También creo que se denuncia más, las mujeres están más concienciadas de lo que es una agresión o un abuso», añade.

Ferran Giménez, profesor colaborador de los estudios de Psicologia i Ciències de l’Educació de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), expone que «ahora mismo, no existe ningún tipo de sistematización de educación sexual ni con perspectiva de género». «¿Dónde consiguen los menores esta información que les falta? Es evidente», añade. «Tampoco puede ser que la educación se convierta en el comodín: si tenemos una sociedad precarizada, desigual y violenta, también es porque los poderes públicos no hacen absolutamente nada para regular contenidos televisivos o en las redes sociales», sentencia.

«Ha habido un notabilísimo y preocupante ascenso de las agresiones sexuales de menores», memoria del Ministerio Fiscal de 2022

El profesor insiste en que las últimas generaciones «se han sexualizado exclusivamente a través del consumo de pornografía y de los relatos de cosificación de la mujer, donde las actitudes condescendientes y la sexualización están muy presentes».

Paralelamente, «el abandono de ciertas funciones educativas por parte de la familia también pesa: no se habla de sexo», argumenta Giménez, que pone un ejemplo de en qué puede derivar esta situación: «Durante un año, una niña de seis años estuvo sufriendo agresiones sexuales por parte de compañeros suyos».

$!Evolución de los delitos cometidos por menores en la demarcación de Tarragona. Fuente: Consejo General del Poder Judicial

Siete asesinatos

En total, los delitos perpetrados por menores ascendieron a 1.344 en 2022. No se ha registrado un aumento significativo a lo largo de los últimos años. Es más, ha habido un ligero descenso en relación con 2021. Eso sí, existe una anomalía cuando se comparan los datos de Tarragona con los del resto de demarcaciones catalanas. En Lleida, se registraron 340 delitos llevados a cabo por menores; en Girona, fueron 1.258 y, en Barcelona, 4.040. Con lo cual, Tarragona es la demarcación catalana con más delitos por habitante y la decimotercera en todo el Estado.

«No puede ser que se ponga todo el peso en la educación cuando los poderes públicos no están haciendo nada», Ferran Giménez, profesor de los estudios de Psicologia i Educació en la UOC

«Vivimos en una ‘tormenta perfecta’: estamos en una sociedad muy individualizada, por lo que los lugares en los que tradicionalmente podía haber más control social o comunitario, como barrios o pueblos, se han reducido», advierte Giménez. «Los contextos urbanos y suburbanos son cada vez más propicios para que exista un grado de anonimato», añade.

Las infracciones más habituales en la demarcación, además de los delitos leves, son las lesiones, con 185 denuncias; los hurtos, con 124; los daños, con 121; los robos con fuerza y con violencia, con 111 y 76 respectivamente; la violencia doméstica, con 66, y la conducción sin permiso, con 57, entre otros.

Por otra parte, Tarragona es la cuarta demarcación del Estado con más homicidios cometidos por menores, con siete. Solo está por detrás de Madrid, donde hubo 34; Alicante, con nueve, y Murcia, con ocho. Ya en 2021, Tarragona había sido uno de los territorios con la estadística más alta, al haber seis asesinatos. Entonces, solo en Barcelona y Sevilla, con nueve, y en Madrid, con 23, se cometieron más homicidios. En 2019 y 2020, ‘solo’ había habido en Tarragona uno y dos asesinatos respectivamente, según los sucesivos balances de la Fiscalía territorial.

«Lo más importante es que la persona tome conciencia de sus actos y de todas las consecuencias que pueden llegar a tener», Raquel de Castro, psicóloga en el Centro de Psicología Arrabassada

En cuanto a condenas se refiere, a lo largo del pasado año, 183 menores fueron procesados en la demarcación de Tarragona: 24 de catorce años, 35 de quince, 62 de dieciséis y 62 de diecisiete. Seis de ellos lo fueron por delitos de índole sexual, según datos recientemente publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Para Giménez, los inputs que recibe el menor son claves: «Hay relatos a través de redes sociales y televisión que están totalmente fuera de control de lo que sería la educación familiar».

¿Cómo tratar este tipo de comportamientos delictivos? Raquel de Castro, psicóloga en el Centro de Psicología Arrabassada de Tarragona, expone que «lo principal es que este tipo de conductas se detecten de forma temprana y que el menor tome conciencia de sus actos y de las consecuencias que estos pueden llegar a tener, ya que, normalmente, llega a la consulta obligado por sus padres y no comprende que el problema lo está teniendo él».

Tarragona es el territorio de Catalunya con más delitos de menores por habitante

«Hay determinadas tendencias de personalidad en adolescentes que hacen que vean menos imprudente el hecho de cometer hurtos o robos, por ejemplo», añade de Castro, quien desmiente el tópico de que la delincuencia juvenil va habitualmente relacionada con vivir en una familia desestructurada: «Puede ser que, hablando de hurtos o robos, sí que puede depender del nivel socioeconómico, pero, en muchos otros casos, son tendencias de personalidad que no entienden de clases».

Los menores inimputables

La Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, establece que la responsabilidad penal por los delitos cometidos por menores de edad comienza más allá de los catorce años. Hasta los dieciocho, el menor puede llegar a ser internado en centros específicos para infractores en diferentes regímenes (cerrado, semiabierto, abierto...). Como en la legislación de adultos, también hay otras medidas menos estrictas y que no son privativas de la libertad.

«Cada vez hay más conciencia de lo que realmente es una agresión o un abuso», Fina Méndez, copresidenta de la sección de igualdad del ICAT

Pero, ¿qué pasa con los menores de catorce años? La ley dicta que son inimputables y que, en caso de comisión de delito, el caso pasa a la Fiscalía de Menores. En Catalunya, es la Direcció General d’Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA) la que debe decidir cuáles son las consecuencias que se imponen, que pueden ir desde un seguimiento conjunto con los servicios sociales hasta retiros de custodia. Por otra parte, los tutores legales del menor deben acarrear con la multa económica en caso de que la haya. El año pasado, la DGAIA abrió expedientes a 1.023 menores de catorce años en toda Catalunya. Unos 103 –un 10%– estaban relacionados con delitos contra la libertad sexual.

La cuestión es que las causas abiertas contra menores de catorce años deben ser archivadas. En todo el 2022, en Tarragona hubo 170 diligencias preliminares archivadas por ser el autor menor de catorce años. «En el momento en el que un problema social y cultural se traslada al ámbito jurídico y se transforma en delito, se demuestra que hemos fracasado; en estos casos, podrían realizarse ingresos con procesos de reeducación», propone Giménez. «Pero no sé si se acabaría con el problema», añade.

En este sentido, Méndez indica que «el hecho de que haya que llegar a la DGAIA no es una buena señal; pienso que la reeducación debe darse en la sociedad en general». Los expertos coinciden en señalar los comportamientos sociales como los principales causantes de las conductas delictivas de los menores de edad.

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