No habrá unidad de acción. El segundo aniversario de la explosión de Iqoxe tendrá dos manifestaciones paralelas. Por un lado, la convocada por la Federació d’Associacions de Veïns de Tarragona (FAVT) y los sindicatos mayoritarios, en las puertas de la empresa, y, por el otro, la convocada por la Associació de Veïns de Bonavista, que será en la Plaza de la Constitución. Ambas se harán el viernes por la tarde, con un cuarto de hora de diferencia.
«El lugar es aquí. Nosotros seguimos defendiendo a los vecinos, que se sienten muy apoyados por la asociación, no las puertas de la fábrica», indica la presidenta de la Associació de Veïns de Bonavista, Loli Gutiérrez. Esta entidad defiende que la movilización va más allá de los hechos que ocurrieron el 14 de enero de 2020. «No estamos en la línea de meternos con la empresa, por esto tenemos los juzgados y las administraciones, lo que pedimos es que haya más seguridad y transparencia en general. Queremos estar informados», añade Gutiérrez.
La protesta pondrá el foco en la reivindicación de un nuevo Plaseqta, en el que no haya dudas sobre qué tienen que hacer los vecinos si se produce un nuevo episodio en el que se ponga en riesgo a la población. Esto, afirman, es clave para que puedan recuperarse los simulacros y que tanto los vecinos, como los escolares y los comerciantes y clientes del mercado de Bonavista tengan claro los protocolos. «Tan solo el 40% de la gente sabe qué hay que hacer. El resto no tiene ni idea, por lo que si vuelve a pasar cualquier cosa y las sirenas no suenan no sabemos cómo hay que actuar», añade Gutiérrez.
La máxima responsable de esta entidad municipal es crítica con el papel que ha ejercido el Ayuntamiento de Tarragona en estos dos años. «El alcalde tendría que haberse preocupado por sus vecinos y aquí estamos, esperando, porque no se ha movido en todo este tiempo», lamenta.
SMS, en junio
El hecho de que la Generalitat anunciara esta misma semana que se han instalado más de cincuenta sensores para detectar fugas de productos tóxicos es visto con buenos ojos desde la entidad. También se espera que, finalmente, pueda entrar en funcionamiento el nuevo sistema de alertas, que permitirá recibir alertas a través de los teléfonos móviles. Este nuevo método se encuentra en fase de desarrollo por la compañía SIA, del grupo Indra. Según informó el Ministerio del Interior, podría ponerse en funcionamiento a lo largo del próximo mes de junio. «Esto cambiará la situación poco a poco», afirmaba Gutiérrez.
Dos años más tarde siguen habiendo muchas dudas sobre las causas que generaron la explosión y por qué no sonaron las sirenas alertando a la población, para que se confinaran en sus casas. «Deberían haberse hecho vídeos y no se ha hecho. Qué hacemos si vuelve a pasar», es uno de los interrogantes que se hace la dirigente de esta asociación vecinal. La pandemia irrumpía escasos meses después de que se produjera la explosión, que se cobró dos vidas. Dos eran trabajadores de la compañía y el tercero un vecino del barrio de Torreforta, que pereció cuando una placa de acero salió disparada y recorrió una distancia de tres kilómetros. Una situación que los vecinos más próximos no olvidan. «Hay pánico. Quizás se vea diferente desde el centro de Tarragona, que está a cuatro kilómetros, pero aquí hay gente que vive a escasos metros de donde sucedió», añade.
La gestión posterior de estos hechos y sus derivadas es una de las causas que explican el distanciamiento entre la Associació de Veïns de Bonavista y la FAVT, lo que finalmente hizo que esta primera entidad acabara saliéndose de la federación hace aproximadamente medio año.
