El Ayuntamiento de Tarragona adjudicó, el pasado mes de mayo, la instalación de un total de 28 cámaras de videovigilancia en el casco antiguo de la ciudad.
El importe fue de 47.516,7 euros en el marco del Lote 1, relativo al suministro e implantación de las mismas, y de 72.272,9 para el Lote 2, que incluye el sistema de gestión, grabación y analítica de vídeo.
Actualmente, la instalación está parada porque, al ser la Part Alta un barrio protegido a nivel patrimonial, la Generalitat de Catalunya está encargándose de llevar a cabo una revisión para dar finalmente luz verde.
Algunos de los puntos en que se ubicarán las cámaras serán la Plaça del Pallol, la Baixada del Roser, el Parc del Miracle, la Rambla Vella, el Passeig de Sant Antoni o las plazas de la Font, Fòrum, de la Pagesia y del Rei, entre otros espacios.
Una vez en marcha, el contrato posibilitará el mantenimiento de los equipos, y la adecuación permanente a la normativa vigente.
