Un 44% de la cuota de intervenciones que se hicieron en Catalunya a lo largo del 2021 contra el cultivo y tráfico de marihuana se han llevado a cabo a la demarcación de Tarragona. Un dato que muestra el auge de este tipo de plantaciones en nuestro territorio, y que ha sorprendido a la policía catalana. Así lo explicaban ayer los Mossos d’Esquadra en una rueda de prensa que sirvió para hacer un balance sobre la lucha contra el cannabis, y en la cual mostraron su preocupación por la gran cantidad de personas que acceden a la delincuencia por la puerta de la marihuana.
Que Tarragona absorba casi la mitad de las operaciones de este tipo se debe, según el jefe de la Divisió d’Investigació Criminal del cuerpo, el intendente Joan Carles Granja, a la proliferación de plantaciones de estilo outdoor –es decir, al aire libre–. Normalmente están ubicadas en núcleos de características rurales, en espacios más fáciles de detectar y con más cantidad de plantas. Pese a que en Tarragona las prácticas outdoor hayan aumentado –y representan un 35% del total–, todavía ganan las plantaciones indoor, en domicilios o naves industriales –un 65%–.
Los Mossos reconocían ayer tener el foco puesto en nuestra demarcación. «Detrás de este tipo de prácticas, en el caso de las plantaciones outdoor, hay un impacto medioambiental importante. Y, en el caso de las indoor, normalmente van ligadas a la existencia de cierta tensión social en el barrio, por ocupaciones, pequeños incendios y por la sensación de impunidad que se respira», explicaba el intendente Granja.
Además, esta cifra también se entiende teniendo en cuenta el gran número de plantas que se han decomisado en los últimos tiempos. A modo de ejemplo, el intendente Granja explicaba que «aquí se han incautado plantaciones de hasta 27.000 plantas. También de 16.000 y de 18.000. Son cantidades muy elevadas».
Un ejemplo lo encontramos en el caso Poirot. El pasado mes de abril, un equipo conjunto entre Mossos y Policía Nacional, desarticulaba una organización criminal dedicada al cultivo y posterior tráfico de grandes partidas de marihuana. La red hacía uso de empresas para blanquear las ganancias obtenidas. Algunos miembros de la organización eran expertos en las instalaciones eléctricas de plantaciones en interiores. El resultado fue 107 personas detenidas y se intervinieron 2.195 kg de marihuana.
Un aumento de las cifras
Fue en 2015 cuando los Mossos empezaron a detectar un aumento del cultivo y del tráfico de marihuana en Catalunya. El cuerpo policial empezó a trabajar entonces en un plan que sirviera para frenar este aumento, recibe el nombre de Pla d’Acció contra la Marihuana. La hoja de ruta se desplegó en 2018, dando sus primeros frutos. «Catalunya es ahora el epicentro del mercado ilegal de marihuana a nivel de Europa», aseguraba ayer el conseller d’Interior, Joan Ignasi Elena, también presente en la comparecencia. «A medida que vas subiendo por Europa, el precio va en aumento», añadió el intendente Granja. Por eso, los Mossos trabajan actualmente en aplicar medidas para fomentar esta lucha que, casi siempre, va acompañada de violencia.
Para hacernos una idea de la situación general en Catalunya, en 2021 se detuvieron un total de 1.998 personas relacionadas con la marihuana, 250 más que el año pasado. Las plantaciones desmanteladas se doblan, pasan de 393 a 662, y los grupos criminales desarticulados son 35, siete más que en 2020. El único indicador que baja es la cantidad de marihuana decomisada: en 2020, 10,1 toneladas de droga acabaron en los almacenes policiales, mientras que en 2021 fueron 8,9 toneladas.
Según la policía catalana, el 53% de los detenidos por un delito relacionado con el cannabis no tenía antecedentes penales, «lo que significa que han entrado a la delincuencia a través de la marihuana», explicaba la portavoz de los Mossos d’Esquadra, la inspectora Montserrat Escudé, quien añadía que «pensamos que este fenómeno va ligado a la precariedad laboral y a la fatiga pandémica provocada por la crisis sanitaria que estamos pasando».
Por otro lado, los Mossos d’Esquadra han detectado un aumento de la profesionalización del cultivo y del tráfico de cannabis. Hablaron de la aparición de una nueva figura, conocida como bróker. Se trata de una persona que se dedica a poner en contacto las redes de cultivo, con transportistas y vendedores. Además, estos grupos criminales cada vez operan más en mercados como el sector inmobiliario o el de las armas.
Por eso, el intendente Granja explicaba ayer la importancia de atacar la estructura patrimonial de estas redes. De esta manera, pueden imputarles delitos de blanqueo de capitales y destruir su capacidad económica, lo que permitiría acabar con la red. En esta línea, el conseller Elena anunciaba ayer la incorporación de 28 agentes más en el Àrea de Blanqueig de Capitals de la Divisió d’Investigació del Cos. «Nos dicen que esta es una buena manera de perseguirlos, ya que muchas de ellas son organizaciones de ámbito internacional», añadió el conseller.
Marihuana=violencia
Los Mossos están convencidos de que el tráfico de marihuana va casi siempre acompañado de violencia. Se han registrado 127 hechos violentos relacionados con esta droga en el año 2021, que dejaron un total de tres homicidios. La policía cree que detrás de estos asuntos todavía hay más violencia de la que se conoce. De hecho, hoy en día se está investigando otra desaparición, de la cual no ha trascendido más información. «El problema es que no se denuncia porque esta acción implica delatarse», comentaba el intendente Granja, quien añadía que «las personas que se implican en este entorno son conscientes que entran a formar parte de un mundo hostil».
Entre los hechos violentos relacionados con la marihuana, destacan los narcoasaltos. Así se conocen a los robos de una banda a otra, que supone el 84% de esta categoría. Como anécdota, los Mossos explicaron ayer que en 2021 se realizaron nueve narcoasaltos por equivocación, en naves o en domicilios que nada tenían que ver con droga. «Imaginaros el susto de la familia o de los trabajadores», añadía el intendente.
Otra de las preocupaciones de la policía es la adquisición de armas de fuego y simuladas, y el tráfico de seres humanos en entornos de marihuana. En 2021 ha habido dos casos muy particulares, con trampas incluidas, uno de ellos en Tarragona. «Una de las naves industriales que intervenimos contaba con un mecanismo electrificado en la puerta de acceso. Si alguien pretendía entrar, se rampaba», explica el intendente.
La portavoz de los Mossos, la inspectora Montserrat Escudé, dejaba claro ayer que la lucha contra estas organizaciones criminales «es una prioridad para el cuerpo», y añadía que «el objetivo no es solo minimizar su impacto en la sociedad, sino también su infiltración en la economía legal».
