Diez señales de alerta para sospechar de las dietas milagro

La dietista-nutricionista Rosa Baró explica cómo identificar las características ‘sospechosas’ de un régimen que promete resultados ‘mágicos’ en muy poco tiempo

11 diciembre 2017 08:23 | Actualizado a 11 diciembre 2017 09:00
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«Una sola de estas señales de alarma debería hacernos cuestionar la dieta», afirma la dietista-nutricionista Rosa Baró. Asegura que, para una mayor seguridad, lo más habitual es que cada dieta milagro reúna al mismo tiempo 5 o más de las características siguientes.

1. Hacer promesas de resultados rápidos.
Perder más de 10 kilos en un mes es algo que hace sufrir al cuerpo porque no es de manera progresiva. El cuerpo se ve sobrepasado por la situación y es cuando las cosas comienzan a fallar.

2.Hacer advertencias sobre el peligro que conlleva consumir un determinado producto o alimento, o no seguir el régimen concreto que se está promocionando.

3. Realizar aseveraciones que suenen demasiado bonitas como para ser verdad.
Agregar un jugo verde a una dieta no saludable nunca va a compensar las malas elecciones en lo que se refiere a la comida. ¡Un jugo verde no es una solución mágica!

4. Ofrecer conclusiones simplistas en relación a una materia compleja.
Como puede ser, por ejemplo, la obesidad y el sobrepeso, que requieren de múltiples factores para resolverlos y no de uno que se presenta bajo el adjetivo ‘maravilloso’.

5. Hacer recomendaciones que estén basadas en un único estudio (aunque en muchas ocasiones ni tan siquiera exista un estudio científico).

6. Proponer soluciones diametralmente opuestas al conocimiento científico y que contradicen a colectivos sanitarios de reconocida reputación. Un ejemplo sería la ‘dieta 6:1’, que consiste en ayunar 1 día a la semana. «No hay evidencia de que una dieta como esta pueda hacer más creativa a una persona, y dependiendo de la edad, salud y estilo de vida, el ayuno podría ser peligroso», asegura Rosa Baró. 

7. Hacer propuestas dietéticas con listas de alimentos ‘buenos’ y alimentos ‘malos’.
Algunas versiones extremas de una alimentación limpia excluyen el gluten, los cereales y los lácteos, e incluso en algunos casos fomentan una dieta a base de alimentos crudos.

8. Plantear la dieta con el fin de obligar a comprar un producto determinado que, curiosamente, comercializa quien propone la dieta o sistema de alimentación.

9. Hacer recomendaciones sin tener artículos publicados en la literatura científica, como revistas científicas, que cuentan con el reconocimiento de otros profesionales.

10. No tener en cuenta la variabilidad individual  y proponer un único sistema para todo el mundo.
 

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