El camping Las Palmeras deberá retroceder si se quiere salvar la Platja Llarga

Un informe elaborado por expertos deja claro que la única manera de preservar la playa de los temporales es generando un sistema dunar con vegetación y recuperando la primera línea

17 febrero 2021 21:50 | Actualizado a 18 febrero 2021 05:51
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Recuperar el sistema dunar y la línea de costa que había en los años 90. Estas son las dos propuestas que un informe pone encima de la mesa para que la Platja Llarga no acabe desapareciendo. El estudio evidencia que las zonas de la playa donde los temporales Glòria y Filomena han actuado con más violencia son las que cuentan con estructuras de construcción humana, como pueden ser las zonas de los campings. En cambio, los puntos que han mostrado mayor resiliencia a los efectos adversos han sido los que tienen un sistema dunar consolidado. Por todo ello, ayer el Ayuntamiento anunciaba que, con el informe encima de la mesa, había llegado el momento de hablar y llegar a acuerdos con los principales agentes económicos ubicados en la Platja Llarga. Entre ellos, se encuentra el camping Las Palmeras que, en los últimos años, ha ido ocupando el frente dunar y los bungalows están tocando a la arena. Sin ninguna duda, el informe asegura que se trata de la zona más dañada por últimos temporales

El Ayuntamiento quiere proteger la Platja Llarga de los efectos que el cambio climático ya ha empezado a provocar en el lugar. El Glòria y el Filomena han dejado una playa más estrecha de lo habitual, que deja al descubierto una mala gestión y planificación del entorno. Por eso, desde el Consistorio se ha encargado un informe sobre qué hacer para poner punto final «a la regresión continuada de los últimos años», tal como lo asegura el autor del estudio, Xisco Roig, doctor en geología y geografía. El documento analiza los efectos del cambio climático, hace un diagnóstico del estado actual de la playa y propone acciones específicas para recuperar la Platja Llarga.

«Concluimos que ha habido una mala planificación y gestión de la zona, en la que se ha permitido construir hasta primera línea de mar y se ha erradicado el sistema dunar, tan necesario hoy en día», explica Roig. Según el experto, las zonas con más resiliencia al Glòria fueron aquellas que contaban con formas dunares y, en cambio, las zonas del club marítimo y las de los campings, «sufrieron importantes efectos erosivos por presentar estructuras rígidas no permeables y sin morfología», decía Roig.

En base a este diagnóstico, el informe habla sobre cuál es el papel que el Ayuntamiento debe tomar a partir de ahora. «Se trata de propuestas de carácter ambiental, que no deben afectar a la explotación ni disfrute de la playa», añadió Roig.

Lo primero es conservar y ampliar el sistema dunar en toda la Platja Llarga. Por eso es imprescindible el retranqueo en algunos puntos del litoral, como es el caso de la zona del camping Las Palmeras, quien ocupa un espacio público de concesión. «Es necesario tirar atrás y renaturalizar, para recuperar el sistema dunar de los años 90», decía el experto, quien añadía que «esta acción podría adaptar mejor la playa a los nuevos tiempos».

Retirar la valla no es la única solución. «Debajo hay rocas y sacos de arena que se pusieron para estabilizar precisamente la ocupación de los bungalows», asegura Roig, quien no se atrevió a dar el número concreto de metros que perdería el camping, pero apuntó que «el retranqueo debe ser mínimo de la primera línea y, a ser posible, de la segunda». Cabe recordar que el Glòria dejó flotando algunos de los bungalows.

Según el concejal de Territori del Ayuntamiento de Tarragona, Xavi Puig, las conversaciones con los responsables del camping y de Costas del Estado ya están en marcha. «Debemos alinearnos los tres agentes para fijar criterios y trabajar en la misma dirección», aseguraba ayer Puig, quien añadía que «el hecho de retranquear y recuperar el sistema dunar nos interesa a todos. Al Ayuntamiento porque tiene la obligación de preservar el futuro de la playa, y al camping porque los bungalows necesitan un suelo al que apoyarse. Además, un mejor entorno será un atractivo para la actividad económica», dejaba claro el concejal.

Roig, por su lado, alertó de la importancia de llevar a cabo las propuestas. «La tendencia es que los temporales sean cada vez más seguidos y que el nivel del mar siga subiendo», decía. El futuro de la Platja Llarga está en peligro y hay que salvarlo.

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