No, no hay letreros que digan dónde está, ni mucho menos un camino que lleve hasta el poblado medieval de Els Mongons. Y sin embargo allí está, tercamente oculta entre la maleza y los escombros, la Iglesia de Sant Julia, construida en torno al año 1149.
Por fuera la fachada está flanqueada por numerosas plantas de una especie de aloe vera. Por dentro el lugar está lleno de basura, hay señales de algún incendio, restos de muebles y una zona embaldosada que recuerda que en algún momento se usó como residencia. Con todo, las paredes y el techo siguen en su sitio.
La iglesia es tal vez el resto más característico del poblado medieval que existió allí entre los siglos XII y XIII y que contó además con un castillo y hasta una pedrera. El pequeño conjunto, ubicado en el Polígono Industrial de Riuclar, dentro del término de Tarragona, está al lado de una central eléctrica y encadena décadas de abandono.
Los vecinos se movilizan
Pero el conjunto tiene dolientes. La presidenta de la asociación de vecinos Amics del Parc Riuclar, Josefa Rodríguez, dice que «es penoso que se encuentre en esta situación, es un patrimonio perdido... Llevamos años denunciándolo y ahora queremos llamar la atención».
Justo por eso han organizado para hoy, a partir de las 10 de la mañana, una ‘excursión reivindicativa’ desde la asociación de vecinos del barrio hasta el conjunto bajo el lema ‘Salvemos Els Mongons’.
Uno de los últimos intentos por recuperar la zona tuvo lugar en 2019, cuando la CUP presentó una moción en el pleno municipal que fue aprobada por unanimidad. En la misma se recordaba que en sus inicios el poblado pertenecía a la familia Timor señores del lugar hasta el siglo XIII. A finales del siglo XIV pasó a manos del Arquebisbat de Tarragona y a mediados del siglo XVI comenzó a despoblarse.
Los vecinos de Parc Riuclar han convocado para esta mañana una ‘excursión reivindicativa’
El poblado medieval está protegido como Bien de Interés Local por la Generalitat, pero además se da la circunstancia de que en el mismo sitio hubo un asentamiento en época romana entre los siglos II A.C. y VI D.C. En excavaciones en el lugar se han encontrado cerámicas romanas y tumbas entre otros. Este patrimonio que se encuentra en el subsuelo también está declarado como Bien de Interés Nacional.
La moción de 2019 proponía que el Ayuntamiento señalizara y limpiara los caminos hasta el conjunto, que colocara paneles informativos y que instara a la Generalitat (entonces se decía que el Institut Català del Sòl, INCASÒL era el propietario) a acondicionar el lugar. Ninguna de las acciones se ha llevado a cabo.
No obstante, consultados al respecto, desde el INCASOL aseguran que el conjunto se encuentra en una propiedad privada. Explican que el instituto, como administración actuante del sector PPU38, donde se encuentra el poblado, redactó en 2019 un plan parcial para desarrollar este sector. En el mismo se calificó como «sistema de espacios libres públicos». Estaba previsto que el plan se aprobara durante el año 2019. «Desgraciadamente, la anulación del POUM de Tarragona impidió este desarrollo urbanístico, que habría permitido que el conjunto de Els Mongons pasara a ser propiedad municipal. Podremos actuar cuando se apruebe lo POUM de Tarragona y el plan parcial mencionado porque el INCASÒL no puede intervenir en una propiedad privada», aseguran.
Por lo pronto hoy los vecinos sacarán momentáneamente del letargo al poblado medieval que languidece entre la maleza.
