El Port de Tarragona ha recibido 35 escalas de cruceros y 64.470 cruceristas en 2022, frente a las 38 escalas y entre 55.000 y 60.000 viajeros previstos a principios de año. El dato ha sido analizado en el marco de la reunión de la Mesa Institucional de Cruceros celebrado este jueves con el objetivo de analizar la temporada.
El impacto económico en la ciudad de la llegada de cruceristas ha sido de poco más de cinco millones de euros, y el sector ha permitido impulsar la desestacionalización del turismo, ya que 31 de las 35 escalas han sido fuera de los meses álgidos de verano.

Para 2023, la Mesa prevé continuar cono «una línea de crecimiento sostenido y consensuado cono lo territorio» y alcanzar las 50 escalas y los 95.000 pasajeros, aunque aún lejos de los 130.000 de 2019.
El presidente del Port de Tarragona, Saül Garreta, ha explicado que el modelo de cruceros de Tarragona «es sostenible en comparación cono los deBarcelona y Venecia (Italia) en términos de impacto demográfico y medioambiental».