La terminal de Guadalajara-Marchamalo, en pleno corredor de Henares, será realidad en 2023

Con una superficie de 15 hectáreas, y una inversión de 15 millones de euros, el Port de Tarragona ha iniciado las obras de construcción de esta nueva terminal en uno de los nodos logísticos de más actividad de la Península Ibérica

09 julio 2021 10:10 | Actualizado a 16 julio 2021 23:30
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Ubicada en medio del corredor de Henares, uno de los nodos logísticos de más actividad de la Península Ibérica, el Port de Tarragona ha iniciado las obras de construcción de la nueva terminal seca de Guadalajara-Marchamalo. Un proyecto del que empezó a hablarse hace prácticamente dos décadas y que será una realidad en el año 2023.

2023 es el año de finalización de las obras, según el calendario previsto por el Port, que el pasado día 23 protagonizó el acto de colocación de la primera piedra

El proyecto ya no tiene vuelta atrás. El pasado 23 de junio el presidente del Port, Josep Maria Cruset, protagonizó el acto de colocación de la primera piedra de la nueva terminal junto a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. Un acto en el que se puso de manifiesto la apuesta del enclave tarraconense para diversificar los tráficos y, más allá de los productos petroquímicos, convertirse también en un referente en cuanto a la carga general.

PortTarragona Terminal Guadalajara-Marchamalo ocupará una superficie de 15 hectáreas en el flanco sur del polígono Puerto Centro- Ciudad del Transporte. Está a tan solo 70 kilómetros de la capital del Estado, con una gran demanda de servicios logísticos de entrada y salida de mercancías, pero a la vez situada fuera de la zona de mayor congestión logística, actualmente muy saturada.

6 horas en tren permitirán conectar el nuevo centro logístico, con el enclave tarraconse. Por otro lado, la terminal está a tan solo 70 kilómetros de Madrid

La terminal está a escasos metros del corredor ferroviario de Henares, de forma que se habilitarán los accesos ferroviarios necesarios para que los trenes de hasta 750 metros puedan importar o exportar sus mercancías a través del Port de Tarragona, a la vez que la entrada en funcionamiento del ancho estándar del Corredor del Mediterráneo debe abrir una nueva ventana de oportunidades. Un aspecto que puso en valor la representante del Gobierno, quien destacó que la terminal «supondrá esta puerta abierta al mar para las empresas exportadoras e importadoras de Madrid y su área metropolitana y de Castilla-La Mancha en apenas seis horas de trayecto en ferrocarril».

Las obras se ejecutarán en dos fases y en la primera se invertirán cuatro millones

La actuación representa una inversión de 15 millones de euros que se realizará en dos fases consecutivas. Inicialmente ya se llevó a cabo el terraplenado de los terrenos y ahora, en esta primera fase, se adecuará la superficie y se llevará a cabo la construcción de la plataforma ferroviaria. En esta primera parte de los trabajos se destinarán 4 millones de euros y el periodo de ejecución será de aproximadamente unos siete meses, de manera que a principios de 2022 ya estará finalizada. Durante la realización de los trabajos en esta primera etapa, el Port sacará a licitación la segunda fase, que representa una inversión aproximada de 11 millones de euros, a fin de reducir los tiempos muertos en la ejecución del proyecto. De este modo, quieren acelerase los plazos marcados en el calendario.

Se prevé que la terminal esté finalizada durante el primer semestre de 2023, coincidiendo en fechas con la puesta en funcionamiento del Corredor del Mediterráneo, la finalización de los trabajos de urbanización y servicios de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) y la entrada en servicio de la terminal intermodal de La Boella.

La confluencia de estos tres proyectos debe suponer un antes y un después para la infraestructura portuaria tarraconense que reforzará su competitividad en movimiento de carga general desde y hacia el centro de la Península y también con el centro de Europa. En este sentido, el presidente del Port, Josep Maria Cruset, destacó durante el acto de colocación de la primera piedra que este es un proyecto que permitirá «abrir una ventana de oportunidad para los clientes del puerto y potenciar el rol de nodo logístico estratégico de Tarragona en el Mediterráneo y el sur de Europa». Según los primeros cálculos, la terminal supondrá cinco trenes diarios de entrada y otros cinco de salida, lo que representa entre 50.000 y 80.000 unidades anuales.

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