«Es horrible, hay días en los que tardamos más de una hora en poder llegar al parking»

Los alrededores de Parc Central quedan colapsados por la gran afluencia de gente que registra el centro comercial, lo que para los vecinos de la zona se ha convertido en un martirio

10 diciembre 2022 15:25 | Actualizado a 11 diciembre 2022 07:00
Se lee en 3 minutos
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
0
Comparte en:

Seis y media de la tarde de un día festivo de los que ha habido esta semana y los alrededores del Parc Central están prácticamente colapsados. La cola de vehículos para acceder al parking subterráneo prácticamente llega al puente del Francolí y tanto el Passeig de la Independència como Vidal i Barraquer sufren atascos puntuales, por la gran cantidad de vehículos que constantemente acceden a la superficie comercial. «Es horrible, cuando llueve, hay rebajas o ahora que la gente ya se prepara para la Navidad se lían unos cacaos que me puedo tirar más de una hora para entrar al parking de casa», afirma Raúl Boada. Este vive en el edificio de Torres Catalunya y como la mayoría de vecinos de esta zona está cansado de los problemas de tráfico que se originan en esta zona.

Judit y Antoni lo corroboran. «En días normales a partir de media tarde, cuando la gente ha salido del trabajo, ya está colapsado y los festivos ya ni te digo. Al final me he comprado una moto, porque en según que momentos era incapaz de sacar el coche del parking», explica ella. Entre los dos bloques de Torres Catalunya suman alrededor de 200 pisos y la mayoría aparcan en el parking subterráneo del edificio con unas 280 plazas al que se accede por uno de los laterales del edificio. En 2018 se hizo una reordenación de tráfico en la zona, debido a que ya se detectaron problemas, de forma que se colocaron unos pilones new jersey en el vial lateral de la Avinguda de Roma. «La calle está cortada y no puede pasarse, pero los pilones están unos metros más adelante y mucha gente se equivoca y después tiene que dar marcha atrás y todavía se lía más, es el pan de cada día», añade Judit.

Alrededor de unos sesenta coches hacen cola para entrar al parking de Parc Central. Estos llegan prácticamente al puente del Francolí. Mari Carmen es vecina de Reus y hoy ha venido de compras a Tarragona. «Había bastante cola y hemos tenido que esperar unos diez minutos, pero estamos a las puertas de la Navidad y pudimos llegar bien», asegura. Marius y Viloeta son de Sant Pere i Sant Pau. «Es normal en días de fiesta, vayas donde vayas siempre hay gente», dicen.

Si entre los clientes hay comprensión, los vecinos que conviven con el centro lo ven de otra forma. «Estoy muy contenta y encantada con la zona, pero este es el único inconveniente. Es el pan de cada día», dice Judit.

Ni el Ayuntamiento de Tarragona ni Parc Central han querido hacer declaraciones al respecto, a pesar de que este es un tema que han hablado en reiteradas ocasiones, también con los vecinos. La administración de fincas de las Torres Catalunya se reunió con el Àrea de Mobilitat del Ayuntamiento de Tarragona antes de la pandemia para intentar buscar alguna solución. «Entiendo que es un cruce de salidas y entradas, con semáforos y pasos de peatones y es complicado, pero nosotros los trasladamos un par de opciones que nos dijeron que estudiarían y nunca nos respondieron», dice Àlex Jerez, de la Administració de Finques Tarraco.

Jerez reconoce que «es de difícil solución». «A veces incluso nos hemos encontrado con gente que va a comprar y que se equivoca y accede al parking del edificio», dice.

El administrador de fincas asegura que han abordado esta cuestión con la dirección de Parc Central y que «hemos conseguido que haya una cierta cordialidad. Al principio había muchas molestias de ruido por la megafonía del parking en superficie y consiguió solucionarse, y ellos también sufrieron problemas de los pisos». Jérez añade: «Al final, los vecinos han aprendido que hay este problema e intentan modificar los hábitos y en estos días complicados ya saben que es mejor no tocar el coche o dejarlo fuera».

Según datos proporcionados por Parc Central el pasado mes de julio la afluencia de visitantes a la superficie un sábado puede superar las 30.000 personas, llegando estos de todo el ámbito de las comarcas de Tarragona, e incluso de Terres de l’Ebre. Estas cifras hacen que en determinados momentos los dos parkings disponibles no tengan capacidad suficiente y este no pueda ampliarse, lo que obliga a los clientes a aparcar en una de las superficies disuasorias, ya sea la de la Horta Gran o la del Passeig de la Independència, que se ha ampliado recientemente, pasando de las 64 plazas a 180. Pese a ello, a nadie se le escapa que este entorno –que es una de las entradas principales a Tarragona desde los barrios de Ponent– necesita una reordenación del tráfico.

Una de las propuestas que se lanzó hace unos años por parte del centro comercial era la posibilidad de habilitar un circuito con la Avinguda de Roma y la calle Ramón y Cajal, de forma que una ejerciera de entrada y la otra de salida. La iniciativa no llegó a ejecutarse ya que Parc Central y Ayuntamiento no se ponen de acuerdo en quién tiene que asumir los gastos de cualquier actuación que pudiera llevarse a cabo.

El problema quedó ‘resuelto’ durante los años de la pandemia en los que las limitaciones de público redujeron la afluencia de clientes. Pese a ello, estos volvieron a partir del verano y en los días de lluvia, cuando muchos turistas de Vila-seca y Salou vienen a comprar los colapsos a esta entrada de la ciudad son una constante.

Comentarios
Multimedia Diari