Desde que en 2009 sacó su primer álbum, El agua pa los peces, con un estilo muy desenfadado, Extracto de Lúpulo no se había plantado en un estudio discográfico. Ahora, después de siete años, el grupo tarraconense se prepara para consolidar su conocido punk-rock y presentar un álbum más maduro.
Este grupo de cinco jóvenes –Ismael, Berenguer, Marc, Eduard y, la última incorporación, Albert– ha tocado por toda Catalunya y España presentando canciones tan conocidas como No pido perdón.
«Después de siete años irrumpiendo en los escenarios, el disco presenta un sonido muy parecido pero se nota la evolución musical», explica Ismael, cantante del grupo. Ahora, canciones como Apocalipsis o Incombustibles prometen ser los hits del nuevo álbum, que cuenta con colaboraciones tan destacadas como Desacato, Segismundo Toxicómano y Oriol Giné, exguitarrista del grupo, quien también se ha encargado de la producción.
El próximo 7 de septiembre es la fecha escogida para la presentación y está previsto que para el mismo mes, coincidiendo con las fiestas de Santa Tecla, se estrene el videoclip oficial del álbum, que se ha grabado en el mismo estudio que el primer disco.
El ritmo de trabajo ha sido de ocho meses y medio para componer cada canción, pero estos jóvenes destacan que fue el 2013 el año en que más se compuso. El resultado: un álbum con 10 nuevos temas. Aunque ninguno de los integrantes de este grupo se dedica profesionalmente al mundo de la música, las horas de ensayo –dos días a la semana– son sagradas.
La Chicken Farm de Els Pallaresos es uno de sus templos, de donde han surgido las mejores composiciones, aunque estos jóvenes reconocen que la mayoría de letras forman parte de un «trabajo coral», ya que no son exclusivas de los actuales integrantes del grupo, sino que cuentan con la colaboración de amigos o exmiembros de la banda. Otro de sus templos ha sido la casa de Albert, situada en Cerdanyola del Vallès, «donde se han pulido los últimos detalles».
Después de trece años tocando, el grupo continúa con la misma filosofía de «regalar la música». Por esta razón, para este nuevo proyecto discográfico se ha lanzado un programa de mecenazgo –Verkami– en el que ya se han recogido más de 2.000 euros de los 3.000 necesarios para poder financiar la grabación y el máster del disco.
Con las aportaciones altruistas, el grupo irá haciendo pequeños regalos a sus fans. Por ejemplo, con 12 euros el grupo dará el ejemplar del nuevo disco; con 25 euros, al disco se suma el regalo de la camiseta con el logotipo de la nueva imagen; con 30 euros también se obtendrá el póster; con 60 euros el grupo también regalará una sudadera del grupo; y con las colaboraciones superiores se regalará la camisa que han utilizado a lo largo de estos años durante sus conciertos enmarcada y firmada.
Estas «pequeñas recompensas» corresponden al objetivo de «hacer un proyecto musical común y por esta razón desde el grupo preferimos pequeñas aportaciones», explica Ismael.
Con algunos años más y cambios dentro del mismo grupo, estos jóvenes presentan el que tiene que ser un proyecto que consolide su carrera musical. Después de años encima del escenario, el espíritu reivindicativo no ha desaparecido pero, ahora, los sentimientos predominantes son la ilusión y la madurez.