Un Ball de Màscares y una adaptación de la tradicional guerra de harina al estilo fiesta Holi son las dos principales novedades del Carnaval tarraconense de este año. La festividad, que vuelve casi a la normalidad tras dos años sin celebrarse, empezará el próximo 22 de febrero y se alargará hasta el 1 de marzo. Este carnavals erá conocido por ser el de la no competición, ya que las comparsas no concursarán para saber cuál es la mejor. La concejala de Cultura i Festes, Inés Solé, destacaba ayer «la valentía y terquedad» de las entidades que configuran esta fiesta. «No era fácil, pero han hecho esfuerzos ingentes», añadía. Otra de las cosas que recuperará este Carnaval es la vuelta al ruedo de los grupos de fuego de la ciudad, que protagonizarán el correfoc del Entierro de la Sardina.
La fiesta empezará el martes día 22 de febrero con la presentación del Ninot i la Ninota. El miércoles tendrá lugar, en la Plaça Corsini, uno de los actos más importantes del Carnaval: la entrada del Rey y de la Concubina a la ciudad que, en esta ocasión, estas figuras estarán encarnadas por dos miembros de la Colla la Bóta, Rafel Lluís y Francina Pons. Será la presentación oficial de los portagonistas del Carnaval y el momento en qué el alcalde les entregará la vara de mando.
El Ball de Màscares, organizado por las comparsas Colours Fantasy y Disc45, se hará el jueves día 24, en la Casa Joan Miret de la Rambla Nova. El sábado 26 se celebrará la tradicional Rua de l’Artesania, con el recorrido habitual. La diferencia respecto a otros años es que, esta vez, las comparsas no competirán, con lo que todo se prevé más relajado. Por el momento hay apuntadas unas treinta comparsas. El mismo sábado, el Serrallo organiza una verbena en la pérgola del barrio marinero, con la orquesta Allioli.
El lunes será el turno del Judici del Rei Carnestoltes –esta vez en el Teatre El Magatzem– y del concurso de Drag Queens. Finalmente, el martes día 1 de marzo, se celebrará el Entierro de la Sardina, en la Plaça de la Font.
Ester Roca, técnica de Cultura del Ayuntamiento de Tarragona, destacaba ayer que el Carnaval fue el último acto que se celebró con normalidad antes de la pandemia y que ahora «tenemos la sensación de volver a la normalidad y recuperar la calle».
