Hay poco hielo
y su precio se
ha triplicado

Se dispara el interés por máquinas de cubitos, pero la oferta no puede hacer frente a tanta demanda

13 agosto 2022 19:43 | Actualizado a 14 agosto 2022 13:22
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No hay hielo. El aumento del precio de la energía, de los combustibles y de los plásticos y la sequía que azota España, reduciendo el suministro de agua, son los principales factores del actual desabastecimiento de cubitos, muy necesarios en general, pero en particular para sectores económicos como la hostelería o el ocio nocturno. Eso ha provocado que se hayan disparado los precios, y según Idealo.com, una bolsa ya vale el triple de lo que costaba antes.

«Tenía que haber sido el mejor verano de nuestras vidas, después de la pandemia, y lo estamos perdiendo. Hago la mitad de facturación. La situación es crítica y está todo el mundo esperando el hielo», explica Silvia Mamzeridis, distribuidora. «Haces la misma ruta pero llevas menos sacos. No tengo para servir y trabajo menos», cuenta ella, repartidora por buena parte de la provincia, incluyendo también Salou, con todas sus necesidades turísticas. En una entrega habitual por esta época podría recibir 400 sacos que luego distribuía. Ahora le llegan 50, insuficientes para abastecer a hoteles, discotecas o campings, o a clientes pequeños de toda la vida.

«Los supermercados ya restringen las compras y han subido precios», cuenta Mamzeridis, que apunta como causa: «Este año los fabricantes no han almacenado por el coste de la luz. Se ha empezado a fabricar tarde, casi sobre la marcha, sin el stock del invierno. A eso se añade que las olas de calor han llegado antes».

En el supermercado Coviran de la calle Arquebisbe Pont i Gol, en Tarragona, se limita la compra a solo una bolsa por persona. «La situación es cada vez peor. Llega muy poca cosa. Esta semana me han entregado 10 sacos de cinco bolsas, cuando lo normal sería recibir cuatro veces más», dice Joan Poch, responsable del supermercado.

Esta situación ha disparado de forma desmesurada el interés por máquinas de cubitos, pero tampoco hay. Josep Vera, de ESEL-FRI, asegura que «las listas de espera para comprar piezas de estas máquinas son de dos meses, con lo que las estropeadas se tardan en arreglar y la oferta no puede hacer frente a tanta demanda, las cubiteras nuevas no nos llegan».

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