La Secuita está a unos siete kilómetros del polígono petroquímico norte. Pese a la proximidad con las plantas de El Morell y La Pobla de Mafumet, el ámbito de afectación está fijado a escasos cien metros del núcleo de población de Vistabella. Y este exiguo margen es el que supone la diferencia entre estar obligado a elaborar un Pla d’Actuació Municipal del Plaseqcat, o que tan solo sea una recomendación. «Lo tenemos, está en vigor y lo cumplimos, pero qué medios tenemos, si pasa cualquier cosa cómo aviso a la población», se pregunta el alcalde de este municipio, Eudald Roca.
Els Garidells y Vilallonga del Camp son otras de las dos poblaciones que se encuentran en una situación similar. En ambos casos, Protecció Civil también indica que es recomendable tener estos planes, aunque tampoco tienen por qué. Esto hace tiempo que genera cierta inquietud entre los alcaldes de los municipios afectados. A raíz de los incidentes que se registraron en verano del año pasado en este polígono, en el mes de octubre los alcaldes de estas tres poblaciones ya mantuvieron una primera reunión para abordar la situación.
A este primer encuentro le siguió una segunda reunión. Tenía lugar el 15 de enero, un día después de la explosión de IQOXE, y en esta también participaron los representantes municipales de El Milà, El Rourell, La Masó y Vallmoll. «Desgraciadamente hemos visto que el accidente de hace unas semanas refuerza las tesis que nos estábamos planteando», afirma Roca.
La confusión en los minutos posteriores al accidente o la reapertura del debate sobre si las sirenas son útiles son cuestiones que no quedan ajenas a estos alcaldes. Pese a ello, defienden que, por su proximidad, no pueden quedar al margen. «Es que en función de cómo sople el aire, nosotros estamos allí, pero qué hacemos, mandamos a los aguaciles a pregonarlo por las calles, cuando a lo mejor lo que deberían hacer es confinarse», se pregunta el máximo responsable municipal de La Secuita.
Estos alcaldes piden más información y una formación continuada para que la población conozca cómo debe actuar en cada momento. Asimismo, exigen la implicación de la Generalitat en la elaboración, actualización, control y dotación de recursos para que todos ellos puedan disponer de estos planes de actuación municipal así como la implantación de sistemas de aviso a la población.
Lo que empezó con tres alcaldes se hizo grande a raíz de los últimos hechos. Ahora ya tienen convocada la próxima reunión. Será el miércoles día 19 a las 19 horas, en el Ayuntamiento de La Secuita. En esta se ha invitado a los representantes municipales de los 29 pueblos y ciudades del Camp de Tarragona, que de forma directa o indirecta están afectados por la presencia de la industria petroquímica. También ha confirmado su presencia la presidenta de la Diputació.
Los alcaldes afirman que se mueven bajo la «inquietud» y la «responsabilidad municipalista» y que «no se pretende cuestionar la industria química o petroquímica en el territorio. Somos conscientes de que su implantación no es nueva y que es generadora de una importante cifra de puestos de empleo, pero a la vez hay que reducir y prever cualquier riesgo», apuntan.
Desde la concejalía de Interior, su titular, Miquel Buch, ha abierto la puerta a que la gestión del Plaseqcat pueda hacerse de nuevo desde Tarragona. Es el compromiso que adquiría la semana pasada en el Parlament de Catalunya, aunque de momento no se ha entrado en el cómo ni el cuándo. Sobre al respecto, estos alcaldes ya avanzan que no quieran quedarse al margen de los posibles cambios.
