«No puede convertirse en un Sant Joan de Reus 2.0.»

La CGT no quiere un nuevo hospital Joan XXIII, porque asegura que el problema es la falta de personal, no de infraestructuras 

15 febrero 2019 10:21 | Actualizado a 15 febrero 2019 10:23
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Quince días después de conocer cómo sería el futuro Hospital Joan XXIII, surgen las primeras reacciones. El sindicato CGT no quiere que se construya un nuevo centro hospitalario en Tarragona. Opinan que el problema no es de espacio, sino de falta de recursos humanos. «Nos han dicho que con el nuevo hospital tendremos 34 habitaciones menos y 6 quirófanos más», aseguraba ayer Ferran Mansergas, delegado sindical de la CGT, quien se preguntaba «¿para qué necesitamos más quirófanos, si los que tenemos no los utilizamos como deberíamos?». 

El sindicato reivindica que las salas estén operativas para llevar a cabo operaciones las 24 horas del día y no solamente durante las mañanas, como ocurre en la actualidad. Según el sindicato, son muchos los pacientes que acaban derivándose al Hospital de Santa Tecla y al Pius de Valls. Desde el Joan XXIII confirman las derivaciones y se justifican asegurando que «se trata de una medida para descongestionar las listas de espera, gestionadas directamente por el CatSalut». 

«¿Y si en lugar de gastarnos el dinero público en grandes infraestructuras, nos lo gastamos en mantener lo que ya tenemos?», se preguntaba ayer Mansergas, quien alertaba de que «no queremos convertir el Joan XXIII en un Hospital Sant Joan de Reus 2.0.». El sindicato acusó al gobierno de la Generalitat de «vender humo» y de utilizar el nuevo edificio como promesa electoral. 

Por último, desde el sindicato denuncian la falta de información por parte de la administración. «A nosotros, oficialmente, nadie nos ha explicado nada», asegura Mansergas. Cabe destacar que el proyecto Entre places fue el primer clasificado del concurso de ideas para la redacción del plan director del nuevo hospital. La primera fase está presupuestada inicialmente con unos 48,5 millones de euros, una partida ya comprometida por el gobierno autonómico. 

«El problema es de raíz»
Por otro lado, el Grup en Defensa de la Sanitat Pública tampoco ve con buenos ojos la construcción de un nuevo hospital. «El problema es de raíz, es decir, del modelo sanitario catalán», opinaba ayer Marisa Cañón, miembro de la entidad, quien añadía que «la Generalitat destina el 60% del presupuesto a centros sanitarios concertados». 

El grupo denuncia las largas listas de espera, tanto para las intervenciones quirúrgicas como para las primeras visitas a los especialistas. «Las urgencias están colapsadas, porque no hay camas suficientes», aseguraba Cañón, quien añadió que «hay exceso de pacientes y escasez de personal». Ambos entidades dedenuncian el modelo sanitario en Catalunya y «la corrupción que hay a su alrededor».

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