El parking Jaume I priorizará a los vecinos de la Part Alta para que el Torroja asuma la rotación

El alcalde encarga la actualización del proyecto del 2012. Cuando abra, se planea un circuito perimetral para cerrar al tráfico Cavallers, Baixada Misericòrdia o Merceria

21 febrero 2024 19:28 | Actualizado a 22 febrero 2024 07:00
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El futuro parking Jaume I priorizará a los vecinos de la Part Alta para que el Torroja, que en breve contará ya con el doble de plazas –pasará de 186 a 329–, asuma la rotación de los no residentes. Así de claro se muestra en declaraciones al Diari el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales (PSC), después de que esta semana este periódico haya anunciado los planes del gobierno municipal para poner en marcha un equipamiento que, en 2002, se presupuestó en 3,9 millones de euros para que funcionara con un sistema robótico inteligente que, sin embargo, finalmente quedó en nada, provocando un agujero económico de 25,7 millones.

De hecho, en 2008 se paralizaron las obras debido a la imposibilidad de aplicar con éxito la tecnología prevista. Ahora, 16 años después, Viñuales asume el reto de culminar las actuaciones a medio plazo, en un horizonte que vislumbra 2027 como una fecha «realista». «Debe ser un parking convencional porque es la única opción posible», recalca el alcalde, quien detalla que ya ha encargado la actualización del proyecto de 2012 que supuso la primera reconversión del plan inicial.

«Con la apertura del parking Jaume I podremos abordar la peatonalización de la Part Alta»

Rubén Viñuales

Alcalde de Tarragona

Este proyecto de hace más de una década preveía un parking «normal», de 319 plazas con un coste de construcción de 5,6 millones de euros. La previsión de ese momento era que tuviera cinco niveles, con una afluencia de 450 coches diarios. De hecho, el Ayuntamiento llegó a sacarlo a licitación, pero el concurso quedó desierto.

Ahora, la adaptación a la normativa actual comportará, seguramente, la pérdida de capacidad, si bien desde el ejecutivo de la Plaça de la Font se muestran convencidos de que, pese a ello, permitirá dar un salto en la reordenación de tráfico del Casc Antic.

«Con la entrada en funcionamiento del parking Jaume I también solucionaríamos de una vez por todas el problema de movilidad de la Part Alta. La idea sería que este aparcamiento, que está en el corazón del Casc Antic, fuera mayoritariamente por residentes. Así, permitiríamos que los vecinos de fuera de la Muralla aparquen en el parking Torroja para que sea de rotación», afirma Viñuales. De momento, el gabinete local no ha definido aún si la EMT gestionará directamente el recinto –como ya hace con el Torroja, Avinguda Catalunya, Saavedra, Joan XXIII, Francesc Bastos, Lluís Companys e Imperial Tarraco– o si, en cambio, se sacará su uso a licitación pública.

Circuito sin entrar al centro

A juicio del alcalde, destinar el Jaume I para uso interno de la zona histórica y el Torroja para el externo «tiene todo el sentido del mundo», ya que «no pondríamos más coches en la Part Alta y las personas que vienen de fuera o viven fuera de la Muralla tendrían el parking Torroja, que ha incrementado la capacidad en 185 plazas».

El recorrido será: Sant Antoni, Sant Llorenç, Seminari, Baixada Roser, Salinas y Rambla Vella

A juicio del Primer Edil tarraconense, «una vez que haya entrado en funcionamiento podremos abordar un tema histórico y enquistado en Tarragona: la peatonalización de la Part Alta». Según Viñuales, «está claro que nunca podrá ser peatonal exclusivamente porque tenemos una escuela –Lestonnac– y un parking –el nuevo Jaume I–», pero pese a ello considera que será el momento del gran cambio, con una reordenación de la circulación por el perímetro del Casc Antic.

Así, el recorrido que se pone sobre la mesa permitiría el acceso desde el Passeig de Sant Antoni para entrar al aparcamiento por la calle del Llorer. Asimismo, la salida del parking sería por Puig d’En Pallars y, según el recorrido previsto, los vehículos pasarían por Arc de Sant Llorenç para ir por Sant Pau (Seminari) y abandonar el Casc Antic por la Baixada del Roser y Salinas para acoplarse a la Rambla Vella.

Viñuales detalla que, con este nuevo trayecto por la parte externa del barrio, «se dejará de poder circular por la calle Cavallers y la Baixada de la Misericòrdia». Asimismo, tampoco se podrá entrar «desde Les Coques hacia la Plaça del Fòrum» o «desde Merceria hasta la calle de Les Cols y Major». Eso sí, las zonas de carga y descarga «quedarían garantizadas» en la futura Part Alta con el parking más caro de la historia.

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