En pleno mes de julio, los árboles situados en las calles Rambla Nova, Rovira y Virgili, President Companys, Hernández Sanahuja y Baixada del Parc del Miracle producen una gran cantidad de flores amarillentas. Algo normal teniendo en cuenta que su especie, llamada Tipuana Tipu, florece a finales del mes de junio. Sin embargo, en las calles de la ciudad se respira un malestar generalizado por estas pequeñas flores que tiñen de naranja el suelo, entre otras cosas. «Antes de llegar a casa tengo que limpiarme la suela de los zapatos. También debo hacerlo con las ruedas del carrito del bebé si no quiero barrer toda la casa», expresaba Irene Barreras en un banco de la Rambla Nova.
Desde el Consistorio, sin embargo, aseguran que «no hemos recibido queja alguna». Las fuentes municipales subrayan, además, que «los árboles llevan plantados en las calles desde la década de los 80». Por tanto, la caída de las flores en el mes de julio es un acontecimiento que se repite desde hace más de treinta años. Los árboles plantados pertenecen a una especie muy buena para ciudades con un clima como Tarragona. «Sus características son muy adecuadas para tenerlos en el centro de la ciudad. De hecho, en Barcelona también se encuentran», confirman fuentes municipales.