Tarragona busca acercar Santa Tecla a las personas con TEA

Los actos multitudinarios o los sonidos intensos pueden ser un problema para las personas del espectro autista, aunque muchos jóvenes sienten fascinación por los elementos festivos

14 septiembre 2023 18:27 | Actualizado a 15 septiembre 2023 14:00
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Tarragona ha dado grandes pasos hacia adelante para que las personas con capacidades diversas puedan acercarse cada vez más a las fiestas populares. Ejemplo de ello es la Geganta Frida, que permite a las personas con movilidad reducida portar este elemento festivo y cumple cinco años en esta edición. No obstante, las realidades de cada persona son muy diversas y no todas están contempladas.

Laura Recha, directora de la asociación de asperger y TEA del Camp de Tarragona Aspercamp, explica que «la mayoría de personas dentro del espectro autista muestran síntomas de hipersensibilidad», una condición que puede generar ataques de estrés y ansiedad en lugares con muchos estímulos. Esta realidad se traduce en que, muchos niños y niñas, no pueden disfrutar de elementos festivos como el Seguici en su máximo esplendor. A nadie escapa la vocación de los pequeños por las fiestas patronales, pero además, aquellos que están dentro del espectro «pueden desarrollar intereses obsesivos», explica Recha.

Esta combinación la conoce bien Gloria Villalba, madre de un niño con TEA y socia de Aspercamp, ella nos relata como «su hijo intenta seguir los pasos de los demás niños», pero una vez llega a lugares como un correfoc u otras actividades «se bloquea y no puede disfrutar de la fiesta». Más allá de los estímulos de la actividad en sí, Villalba y Recha manifiestan que «la anticipación a sonidos fuertes o multitudes puede generar ansiedad».

Hasta ahora, las fiestas populares no han contemplado alternativas para esta situación, sin embargo, desde el equipo de gobierno «son conscientes de que es una realidad a abordar». Cecilia Mangini, regidora de capacidades diversas, asegura que «las personas con discapacidad han recorrido un gran camino y ahora algunos son productores de las fiestas», aun así reconoce que «aún hay mucho por hacer».

Frente a la realidad de las personas autistas, Cecilia plantea «la creación de un programa que indique los actos donde hay aglomeraciones o ruidos intensos». Además, considera que sería relevante «crear espacios reservados para la calma y la contención en casos de crisis de ansiedad». Estas dos propuestas son también compartidas por Laura Recha, quien ha bautizado la segunda como «habitaciones de la calma», y detalla que alguno de los municipios del Maresme lo han iniciado durante los actos de fuego.

Las regidurías de capacidades diversas y cultura se comprometen a encontrar el encaje de estas propuestas de cara a 2024. Sandra Ramos, responsable de Cultura, va un paso más allá y considera factible «adaptar algún tramo de la cercavila» donde se disminuya la aglomeración y el sonido, una propuesta que «ya se está impulsando desde otros municipios». La regidora plantea crear una de las comisiones de trabajo de la coordinadora del Seguici enfocada a la inclusión.

Ramos remarca que «es una obligación de la administración que todos puedan acceder a la fiesta», en esta línea, plantea también la posibilidad de «crear un espectáculo de fuegos artificiales adaptado a personas a quienes el ruido y la luz intensa supongan un problema». La regidora reconoce que «la adaptación supone un coste, pero no puede ser una excusa, ya que todos los ciudadanos pagan sus impuestos». Ramos considera que «mover la fiesta fuera de la plaza de la Font y la Part Alta es una mejora en seguridad, pero también ayuda a las personas discapacitadas», pero espacios como el Pla de la Seu permite crear zonas de emergencia.

Anticipación y trabajo propio

Las personas neurodivergentes pueden ser capaces de disfrutar de la fiesta en todos sus formatos, pero muchas veces requieren de más trabajo interior. Rubén Muñoz, trabajador de Aspercamp, está dentro del espectro autista, pero no renuncia a las fiestas populares, «para hacerlo debo prepararme con antelación y luego me dejara agotado», detalla, pero «me gusta poder disfrutarlas». Es por este motivo que iniciativas tan simples como una mejor explicación en el programa pueden ser cruciales para estas personas. Laura Recha manifiesta que «la pedagogía es crucial dentro de las familias» para identificar como se sienten sus hijos y adaptarse a sus particularidades. La directora remarca que «pese a todas las medidas que puedas tomar, siempre habrá estímulos a los que no se puede escapar».

Fuera del trabajo de las familias y entidades, desde el ayuntamiento, muestran su voluntad de «ser proactivos en mejorar el acceso de todos a las fiestas», eso sí, con el apoyo del tejido asociativo. Mangini considera que «las entidades en la ciudad son muy fuertes y hacen un gran trabajo», mencionando, entre otras, a Todos en Azul o Epilep.

Tarragona ha dado grandes pasos hacia adelante para que las personas con capacidades diversas puedan acercarse cada vez más a las fiestas populares. Ejemplo de ello es la Geganta Frida, que permite a las personas con movilidad reducida portar este elemento festivo y cumple cinco años en esta edición. No obstante, las realidades de cada persona son muy diversas y no todas están contempladas.

Laura Recha, directora de la asociación de asperger y TEA del Camp de Tarragona Aspercamp, explica que «la mayoría de personas dentro del espectro autista muestran síntomas de hipersensibilidad», una condición que puede generar ataques de estrés y ansiedad en lugares con muchos estímulos.

Esta realidad se traduce en que, muchos niños y niñas, no pueden disfrutar de elementos festivos como el Seguici en su máximo esplendor. A nadie escapa la vocación de los pequeños por las fiestas patronales, pero además, aquellos que están dentro del espectro «pueden desarrollar intereses obsesivos», explica Recha.

Esta combinación la conoce bien Gloria Villalba, madre de un niño con TEA y socia de Aspercamp, ella nos relata como «su hijo intenta seguir los pasos de los demás niños», pero una vez llega a lugares como un correfoc u otras actividades «se bloquea y no puede disfrutar de la fiesta». Más allá de los estímulos de la actividad en sí, Villalba y Recha manifiestan que «la anticipación a sonidos fuertes o multitudes puede generar ansiedad».

Hasta ahora, las fiestas populares no han contemplado alternativas para esta situación, sin embargo, desde el equipo de gobierno «son conscientes de que es una realidad a abordar». Cecilia Mangini, regidora de capacidades diversas, asegura que «las personas con discapacidad han recorrido un gran camino y ahora algunos son productores de las fiestas», aun así reconoce que «aún hay mucho por hacer».

Frente a la realidad de las personas autistas, Cecilia plantea «la creación de un programa que indique los actos donde hay aglomeraciones o ruidos intensos».

Además, considera que sería relevante «crear espacios reservados para la calma y la contención en casos de crisis de ansiedad».

Estas dos propuestas son también compartidas por Laura Recha, quien ha bautizado la segunda como «habitaciones de la calma», y detalla que alguno de los municipios del Maresme lo han iniciado durante los actos de fuego.

Las concejalías de capacidades diversas y cultura se comprometen a encontrar el encaje de estas propuestas de cara a 2024. Sandra Ramos, responsable de Cultura, va un paso más allá y considera factible «adaptar algún tramo de la cercavila» donde se disminuya la aglomeración y el sonido, una propuesta que «ya se está impulsando desde otros municipios». La regidora plantea crear una de las comisiones de trabajo de la coordinadora del Seguici enfocada a la inclusión.

Ramos remarca que «es una obligación de la administración que todos puedan acceder a la fiesta», en esta línea, plantea también la posibilidad de «crear un espectáculo de fuegos artificiales adaptado a personas a quienes el ruido y la luz intensa supongan un problema». La regidora reconoce que «la adaptación supone un coste, pero no puede ser una excusa, ya que todos los ciudadanos pagan sus impuestos».

Ramos considera que «mover la fiesta fuera de la plaza de la Font y la Part Alta es una mejora en seguridad, pero también ayuda a las personas discapacitadas», pero espacios como el Pla de la Seu permite crear zonas de emergencia.

Anticipación y trabajo propio

Las personas neurodivergentes pueden ser capaces de disfrutar de la fiesta en todos sus formatos, pero muchas veces requieren de más trabajo interior. Rubén Muñoz, trabajador de Aspercamp, está dentro del espectro autista, pero no renuncia a las fiestas populares, «para hacerlo debo prepararme con antelación y luego me dejara agotado», detalla, pero «me gusta poder disfrutarlas».

Es por este motivo que iniciativas tan simples como una mejor explicación en el programa pueden ser cruciales para estas personas. Laura Recha manifiesta que «la pedagogía es crucial dentro de las familias» para identificar como se sienten sus hijos y adaptarse a sus particularidades. La directora remarca que «pese a todas las medidas que puedas tomar, siempre habrá estímulos a los que no se puede escapar».

Fuera del trabajo de las familias y entidades, desde el ayuntamiento, muestran su voluntad de «ser proactivos en mejorar el acceso de todos a las fiestas», eso sí, con el apoyo del tejido asociativo. Mangini considera que «las entidades en la ciudad son muy fuertes y hacen un gran trabajo», mencionando, entre otras, a Todos en Azul o Epilep.

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