Tarragona cierra por ‘inactividad’ el ente que llevó el proyecto fallido del Banco de España

El gobierno local liquida la Fundació Tarragona Cultura i Coneixement, que entre 2019 y 2022 perdió los dos millones logrados en 2019 de los Fondos Feder para reformar el inmueble

12 abril 2024 21:35 | Actualizado a 13 abril 2024 07:00
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El Ayuntamiento de Tarragona liquida la Fundació Tarragona Cultura i Coneixement. Según ha podido contrastar el Diari, el pasado viernes se cerró el proceso que se inició el mes de noviembre para disolver el organismo. El paso llega tras varios informes del interventor municipal en los que alertaba de la «inactividad» que mantenía el ente que, durante años, gestionó el proyecto para reabrir el edificio del Banco de España como un espacio centrado en la divulgación científica de la mano de la URV y de cinco centros tecnológicos y de investigación.

Fuentes del ejecutivo de la Plaça de la Font confirman que la fundación se liquidó la pasada semana, después del acto de entrega de la segunda edición de los Premios Sostenibilidad, Transición Energética y Vida Saludable a trabajos de investigación de bachillerato.

«Este acto marca el fin de etapa de una fundación que se creó para gestionar el proyecto del Banc de la Cultura i del Coneixement en el edificio del Banco de España y que, por lo tanto, ya no tiene razón de ser», indican las fuentes consultadas, que detallan que, con la supresión del ente, «se pretende reducir estructura y conseguir un ahorro económico, puesto que la Fundació representaba un gasto económico para el Ayuntamiento de 100.000 euros».

Se da el caso de que desde la toma de posesión del actual gobierno municipal es el propio alcalde, Rubén Viñuales (PSC), quien ha tomado las riendas de un proyecto que, en estos momentos, está pendiente de lograr la financiación necesaria para poder ser una realidad después de haber dejado escapar hasta 5,2 millones de euros para impulsar la reapertura del emblemático inmueble.

De 4,5 a 7,2 millones de euros

En 2019, el Ayuntamiento de Tarragona –todavía liderado por el socialista Josep Fèlix Ballesteros– logró dos millones de euros de la Unión Europea para impulsar el proyecto Rambla Science. Esta cantidad suponía casi la mitad de los 4,5 millones de euros que se presupuestaron para reformar los 3.500 metros cuadrados del inmueble inaugurado en 1928 en el número 101 de la Rambla Nova.

La ayuda continental se logró en base a un proyecto básico. Con la entrada del nuevo ejecutivo liderado por Pau Ricomà (ERC) se reformuló el concepto del proyecto para pasar a denominarse Banc de la Ciència i del Coneixement, encargando, además, el proyecto ejecutivo y cediendo la gestión del proyecto a la fundación que ahora se suprime. En este sentido, en septiembre de 2021 el gobierno local hizo público que la obra se encarecía un 50% para «reforzar la estructura» del edificio por motivos de seguridad. El gasto previsto llegó en ese momento hasta los 7,2 millones.

Este contratiempo comportó que el consistorio perdiera la subvención de dos millones de euros, por lo que en mayo de 2022 solicitó una ayuda Next Generation de 3,2 millones de euros, que en teoría debía cubrir el 43% de la reforma. Once meses después, en abril del 2023, el Ministerio de Movilidad y Agenda Urbana dio un severo mazazo a las aspiraciones tarraconenses, al cerrar la puerta a las ayudas, después de que en la convocatoria la petición de la Plaça de la Font quedara clasificada en una modesta 341 posición sobre las 880 propuestas presentadas. Se dio el caso que solo 181 proyecto recibieron financiación, por lo que hubo 160 planes que quedaron por delante.

Entre medio, y en reiteradas ocasiones, el interventor municipal realizó varios informes en los que recomendaba la «disolución y liquidación» de la Fundació Tarragona Cultura i Coneixement, porque el ente «no efectuó ninguna actividad para desarrollar su objeto social», enfatizando que, según la legislación vigente, «estaría obligado a destinar, como mínimo, el 70% de las rentas y otros ingresos netos anuales al cumplimiento de sus finalidades fundacionales», que sería la divulgación científica y cultural. En resumen, apuntaba a «inactividad».

Junts y Vox lo avalan

La decisión tomada por el ejecutivo de la Plaça de la Font es rechazada por ERC y ECP y avalada por Junts y Vox. La republicana Maria Roig considera que la disolución del ente municipal –del que también formaban parte el Ayuntamiento de Reus, URV, Agbar y Repsol– «es un error», ya que pese al Banco de España, «se han logrado muchas otras cosas, como temas de la Tabacalera o de las bibliotecas». Por ello, la portavoz de Esquerra lamenta que «ha sido un trabajo poco conocido pero imprescindible». Por su parte, Jordi Collado (CP) denuncia que la gestión realizada no ha sido la esperada, hasta el punto de que considera que «la imagen que lo resume todo es que el despacho que ocupaba la gerente ahora es usado por los dos exconcejales de Vox».

Por contra, Jordi Sendra (Junts) «celebra» la decisión porque «es una prueba más de la mala gestión del gobierno de ERC, que no le dio contenido». Por su parte, Judith Gómez (Vox) critica que el organismo «era un chiringuito con escasa actividad que destinaba más de la mitad de su presupuesto al sueldo de su gerente. Nos alegramos de la disolución de este ente y exigimos responsabilidades por la mala gestión realizada».

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