Tarragona, entre las peores provincias en ratio de enfermeras por habitante

La demarcación se encuentra en la posición número 41 de un total de 54. Tanto el colegio oficial como los sindicatos aseguran que la situación «es grave» y piden medidas urgentes

27 enero 2020 19:30 | Actualizado a 27 enero 2020 19:48
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Tarragona se encuentra entre las peores provincias en ratio de enfermeras por habitante. Concretamente está en la posición número 41 de un total de 54 demarcaciones españolas. Tarragona tiene 475 profesionales por cada 100.000 habitantes, muy por debajo de la media nacional, que asciende a 536 enfermeras, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Así lo recoge un informe del Consejo General de la Enfermería, que agrupa a todos los colegios profesionales del país. Las cifras no dejan bien parada a esta provincia, que es la segunda peor dotada de Catalunya, después de Girona, que cuenta con 391 profesionales.

Por otro lado, Navarra es la demarcación con mayor número de enfermeras por cada 100.000 habitantes. Tiene 836 profesionales. Esta región supera en 125 enfermeras a la media europea, que está en 825. Sin embargo, el caso de Navarra supone un hecho aislado en relación al resto de las ratios observadas en España. La otra cara de la moneda la protagoniza Granada, con 325 profesionales. Es la provincia con la ratio más baja. Necesitaría 500 enfermeras más por cada 100.000 ciudadanos para igualarse con la media europea.

Los datos que recoge este informe dejan al descubierto los grandes contrastes entre regiones, un dato que pone en evidencia el principio de equidad en el que supuestamente se basa el Sistema Nacional de Salut, también en el ámbito provincial.

Tras Navarra, y por debajo de la ratio europea, se encuentran Álava (809), Soria (774), Cáceres (755), Guipúzcoa (715), Vizcaya (706), Teruel (704), Palencia (693) y Salamanca (679). Curiosamente, todas estas provincias se encuentran en el norte de España. En cambio, entre las regiones que tienen una menor ratio, nos encontramos con que siete de ellas no llegan ni a la mitad de la media europea. Son Pontevedra (412), Alicante (411), Huelva (403), Girona (301), Murcia (384), Málaga (328) y Granada (325). Tres de ellas de Andalucía, la segunda comunidad autónoma con peor ratio.

El Sistema Nacional de Salud español está considerado como el séptimo mejor del mundo. Sin embargo, tal y como demuestra este análisis, la ratio de enfermeras por cada 100.000 habitantes en España está muy lejos de la media de los países del entorno. Esto da una idea muy clara de la excelente labor que están desarrollando las enfermeras de este país, poniendo todo lo que está en sus manos, e incluso más, para poder ofrecer a los ciudadanos una asistencia sanitaria de calidad.

Sobrecarga y estrés

Así lo reconocen desde el Col·legi Oficial d’Infermeres i Infermers de Tarragona (CODITA). Su vicepresidenta, Manuela Bonillo, asegura que «la situación en Tarragona es muy mala», y añade que «esto implica que el colectivo se siente inseguro trabajando en estas condiciones». La sobrecarga de trabajo con la que se encuentran estas profesionales perjudica gravemente en la calidad asistencial. La situación es muy parecida en los hospitales y en los centros de atención primaria. «La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que una buena ratio de enfermería es clave para reducir la mortalidad del paciente», recuerda Bonillo, quien añade que «en los centros hospitalarios, hay profesionales que están llegando a atender a 14 enfermos de manera simultánea».

El colectivo se queja de que la sobrecarga de trabajo «tanto psíquica como física» –apunta Bonillo– no permite garantizar la seguridad de los pacientes. En esta misma línea, la secretaria provincial de SATSE –Sindicato de Enfermería–, Cati Ródenas, asegura que «nadie puede discutir que los enfermos no están bien atendidos, pero debemos dejar claro que lo están a costa de la salud de las enfermeras». Ródenas añade que «vivimos momentos de auténtico estrés, no sé ni como somos capaces de soportar esta sobrecarga. Que pongan medidas urgentes ya».

Según Ródenas, «está demostrado que en los países con más enfermeras por habitante, se adelantan las altas hospitalarias. Además, desde la atención primaria también se puede hacer más prevención y seguimiento de los pacientes, lo que se traduce en menos ingresos». La secretaria provincial de SATSE añade que aumentar el número de profesionales «beneficia a todos los actores: trabajadores, pacientes y sistema».

Entre las reivindicaciones de CODITA, Bonillo destaca la temporalidad de los contratos de las enfermeras. «No hay plazas fijas y, por lo tanto, no hay continuidad asistencial, lo que significa precariedad laboral», apunta Bonillo. La mayoría de contratos son mes a mes, o bien, para los fines de semana. «Hay profesionales que llevan más de diez años en esta situación», asegura la vicepresidenta de CODITA, quien añade que «esto también perjudica al paciente de la atención primaria, quien exige que la enfermera conozca bien su historial».

No todo son quejas. El colectivo celebra que se esté trabajando para que puedan indicar algunos fármacos sin necesidad de que un médico avale su decisión. «Esto va a liberar mucho las consultas de los médicos y dará un valor añadido a la enfermería», concluye Bonillo.

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