The Tyets, bailoteo fácil

Xavier Coca y Oriol de Ramon provocan una fiesta mayor en la Tarraco Arena con casi 3000 personas que mueven sus caderas con sus melodías pegadizas

25 mayo 2024 22:18 | Actualizado a 25 mayo 2024 22:18
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The Tyets siempre se encuentran en la lista de preferencias de todos los programadores culturales. Se han transformado en un auténtico valor seguro. Sus melodías pegadizas se conocen en cualquier rincón de Catalunya, la banda ha levantado la bandera del pop cantado en catalán a lo más alto de la popularidad. Vivir un concierto de los Tyets provoca el bailoteo fácil entre cerveza y cerveza, las carcajadas entre familiares, algún que otra espasmo eufórico.

La nueva versión de la gira Èpic Solete les subió al estrado de la Tarraco Arena, palabras mayores porque el público tarraconense no anda acostumbrado a comprar entradas con facilidad. Reunieron a casi 3000 almas, un éxito sin sospechas. Además gentío dispuesto a la jarana, nada de medias tintas.

Ya en la previa, la música para amenizar la espera invitaba a la concordia discotequera, Se oyeron los primeros gritos, mientras la barra del recinto funcionaba sin respiro. Cuando Xavier Coca y Oriol Ramon comparecieron por el escenario, ya habían ganado el partido. Se estrenaron con el tema La Platja, una declaración clara de intenciones. No se dejaron nada, a nivel escénico posan para servir a aquellos que se gastan un dinero en ellos. Desde el minuto uno. Podrán gustar más o menos, pero se guardan la pereza en el camerino. Saltan, se abrazan, envían miradas de complicidad y mandan mensajes optimistas. Las depresiones quedan aparcadas hasta próximo aviso.

Pronto, el set list diseñado para la noche, estrenó nuevo hit. El single Que vinguis, recién salido del horno, propició los primeros síntomas emocionales en la platea. Fue curioso comprobar como padres, madres, hijos e hijas, disfrutaban como si no hubiera un mañana. La música aleja el teléfono y potencia la piel, el contacto físico, las relaciones humanas. En tiempos de dictadura de la inmediatez, se agradecen esos ratos.

La multi escuchada RRHH en las plataformas, decretó el estado de éxtasis. Ya nadie pudo salir de ahí. El dúo de artistas, entre brincos y deseos convocó su fiesta mayor innegociable, convirtió la Tarraco Arena en una plaza de pueblo, a pleno verano y en camisa de flores. El respetable lo aceptó. No sólo eso, lo pidió a gritos.

Coca y de Ramon cerraron el recital con CotixCoti. A lo grande. Sin fisuras.

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