Tarragona, por debajo de la media histórica de lluvia

En ninguna estación se alcanzó la media histórica de precipitaciones en 2023. Tarragona capital se quedó al 44%. La sequía se prolonga ya más de tres años

16 enero 2024 21:15 | Actualizado a 17 enero 2024 17:53
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Ninguna estación meteorológica en la provincia alcanzó la media histórica de precipitaciones en 2023. Todas se quedaron por debajo de ese rango. Es más, algunas no llegaron ni siquiera al 50%, como la de Valls (49%), la de Rasquera (49,8%) o la ubicada en el Complex Educatiu de Tarragona, que es la que tiene peor situación: 44%.

Es el balance de precipitaciones durante el año pasado del Servei Meteorològic de Catalunya, un fiel reflejo de la acuciante escasez de agua. «Ninguna estación ha alcanzado la media climática y, en algunos casos, ni siquiera se ha llegado a la mitad de lo normal», indica Aleix Serra, responsable del equipo de control de calidad de datos del Servei. «Se han recogido desde menos de 200 mm. en Riba-roja d’Ebre hasta más de 700 en Els Ports», dice Serra.

El Priorat, muy afectado

L’Ametlla de Mar, Mas de Barberans, Camarles y Ulldecona son los puntos, todos ellos en territorio ebrense, donde más cerca se estuvo de alcanzar la media histórica, superando una cobertura del 90%.

Especialmente afectadas se ven zonas precisamente de un Priorat al que se busca nutrir de agua para salvar los regadíos de la comarca. En la medición de Margalef, Siurana o Torroja del Priorat tampoco se alcanza ese umbral del 50% en precipitación acumulada en relación con el dato histórico, el que ofrece la serie 1991-2020.

La Generalitat admite que Catalunya «vive un episodio de sequía que, tanto por su duración e intensidad como por el alcance en superficie, puede ser considerada histórica y no tiene signos de regresión a corto plazo».

En la zona de Riudecanyes hay que remontarse 73 años para ver un episodio igual

En las zonas del litoral y del prelitoral los déficits acumulados de lluvias son de una proporción tan desmesurada que haría falta una serie de meses extremadamente húmedos solo para volver a las condiciones de normalidad.

La sequía comenzó mientras se lidiaba con la pandemia, en otoño de 2020. «Durante los años 2022 y 2023 ha ido ampliándose, intensificándose y mostrando una persistencia inaudita», explica la Generalitat. Hace tres años que llueve por debajo de la media. Es el doble de tiempo que la sequía más dura que se había vivido hasta ahora, la de 2008, que se prolongó 18 meses.

El impacto es heterogéneo en el territorio. La zona del Garraf es donde el episodio destaca «de manera espectacular», según la Generalitat, «sobre todo por intensidad, aunque también por duración».

«En algunas estaciones ni siquiera se ha llegado a la mitad de la media climática», explica Aleix Serra, del Servei Meteorològic de Catalunya

«En la cabecera del Ter, para encontrar un momento comparable tendríamos que ir al de 1922-25, si bien el actual es más persistente». En el ámbito de Riudecanyes, «sin restarle gravedad al actual episodio, sí que hay precedentes históricos, en el caso de la sequía de 1922-25 o el de posguerra, 1947-51».

Años cada vez más secos

Los informes más recientes de Acció Climàtica reconocen que «las sequías son un fenómeno recurrente en el clima mediterráneo, aunque se intensificaron a partir de la década de los años 80». Pese a eso, el Departament confiesa que «el actual episodio es el que muestra mayor gravedad de toda la serie climática». Por eso «se están generando impactos directos graves en los sistemas naturales y los sectores económicos más vulnerables».

En el global de Catalunya, 2023 fue uno de los años más secos de toda la historia. La precipitación anual osciló entre un 50 y un 70% de la media climática y en algunas zonas del litoral y el prelitoral resultó incluso inferior a la mitad.

No todos los territorios están en el mismo grado de dificultad. De hecho, hay algunas diferencias importantes. En uno de sus informes, Acció Climàtica destaca el caso de la Sénia, la unidad hidrográfica más al sur de Catalunya. «Se observa claramente cómo en esta unidad se han producido episodios significativos de precipitación a lo largo de los últimos dos años, haciendo que la situación hídrica de la zona sea mucho mejor y una excepción al mismo tiempo», apunta la Generalitat.

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