No hubo abrazos ni choques de manos. Tampoco besos. Fueron sustituidos por expresiones del tipo «no se te ve, yo sí os veo pero no os oigo, busca el icono del micro, ahora sí, perfecto...». Diferente, de acorde a la tiranía impuesta por el Covid-19.
Se trataba de un café literario de un día cualquiera de esta semana, a cualquier hora. Da igual. Y a pesar de su nombre, nadie se llevó su taza frente al ordenador. Porque, claro, fue virtual. El primero para esta periodista.
El encuentro literario que fue auspiciado por la Editorial Barcanova (Grupo Anaya) versó sobre la igualdad de género y cómo llevarla a las aulas a través del libro Como tú. Una charla que demuestra que aunque el planeta se ha ralentizado, el subsuelo trabaja, en forma de redes sociales. En ella intervinieron profesoras, escritores y editores. Todos ellos inquietos en estos días de parón por el devenir de una lacra a la que no se le acaba de ver salida.
Como tú está compuesto por veinte historias breves acompañadas de 20 ilustraciones. O, si se prefiere, por 20 ilustraciones apoyadas por unos textos. No importa. El objetivo es el mismo. Primero, que los alumnos se enganchen a la lectura. Segundo, que lo que lean sea de interés y finalmente, que ese interés se traduzca en un cambio real. Porque, como defiende el escritor y guionista Fernando Marías, «todos los males de la sociedad se pueden resolver con la educación».
Marías es también el editor de esta obra, un editor atípico, sin editorial, como acostumbra a decir. «Me invento cosas y después intento que las pague alguien, voy al editor adecuado», bromea este hombre cercano que hace casi de todo. Una de esas cosas es Como tú.
Y es que en la lucha contra la desigualdad no se avanza como se quisiera, algo que los educadores lo sienten, lo palpan y así lo manifestaron. «Vuelven los criterios machistas, más aún que hace 25 años y las redes sociales no ayudan. Al contrario», coincidieron.
“A la celestina la han suplido ahora las aplicaciones de ligar y si pensamos en ‘la regenta’, algunos pueblos de hoy podrían ser vetusta”Por ello, después de la pandemia será «una de las cuestiones más urgentes», apuntaron, cualquiera que sea ese después y la fisonomía que muestre. Además, es en esa brevedad de los relatos donde radica la clave. Se leen y se debaten en clase, sin tener que añadirlos a los deberes de la mochila. Breves y variados. Todos los géneros caben, desde narrativa a poesía, teatro y guion.
Ana Alcolea
Hubo ideas, muchas e interesantes, en un café en el que también se conectó desde Noruega la reconocida escritora Ana Alcolea, que es una de las autoras del volumen. Noruega, igualmente en pandemia «y casi evitando mirar a los ojos a quien te encuentras por la calle», como explicó. Todo ello moderado por Xavier Figueras, comercial de la editorial.
Para su relato, Ana Alcolea quiso huir de la violencia y con amabilidad presentó el siguiente acertijo. «Pérez tiene un hermano. El hermano de Pérez ha muerto. Pero el hombre que ha muerto no tenía ningún hermano». ¿Lo resolvieron ustedes? Yo no. Solución: Pérez es una mujer. Lo que demuestra hasta qué punto es importante el lenguaje y cómo tenemos interiorizada la visión masculina. Nosotras también.
«Productivo» es el vocablo que resume el encuentro, que demostró que no todo es negro en el mundo de la literatura infantil y juvenil. «Tengo unos alumnos de cuarto de la ESO superlectores que me están enseñando libros que yo desconocía. Les estoy enviando poemas y animando a que escriban», contaba orgullosa Teresa Claramunt, docente en Reus.
Un encuentro virtual que no se olvidó de «los maravillosos clásicos» con los que todos hemos crecido. Unos clásicos que pese a tal maravilla dejan patente esa sociedad enteramente masculina y a los que hay que darles la vuelta en el aula. Como bien señaló Ana Alcolea, «a la Celestina la han suplido ahora las aplicaciones de ligar o si vamos a La Regenta, algunos pueblos de hoy podrían ser Vetusta».
En cuanto a Como tú, se habló de letras y de ilustraciones, así como también de intercambiar géneros. ¿Serían ustedes capaces de pasar una poesía a narración? Pueden probarlo estos días con sus hijos e hijas. Pero se habló, sobre todo, de que el yo mujer es Como tú, el yo hombre.
