Una familia húngara –compuesta por los abuelos, los padres y un bebé de diez meses– vive desde hace una semana en el interior de una furgoneta estacionada en un descampado a la entrada de la ciudad. Los afectados se encontraban de paso por Tarragona cuando el vehículo se estropeó. El pasado miércoles una patrulla de la Guàrdia Urbana vio a la familia con el vehículo y observó que había un bebé. Se acordó dar alojamiento provisional a las dos mujeres y al pequeño, mientras los hombres arreglan la furgoneta, y se puso el caso en conocimiento de los Servicios Sociales.
A mediados de la semana pasada, la familia viajaba en su furgoneta Renault Trafic de color azul, que dejó de funcionar a la altura de Tarragona. Por ello, optaron por dejar el vehículo en un descampado. Mientras realizan los trabajos mecánicos, la familia malvive en el interior del vehículo, donde disponen incluso de colchonetas. Fuera, tapado con una especie de plástico, tienen un generador de gasoil que les permite generar calor para pasar estas noches tan frías en el interior del vehículo.
Sobre las once de la mañana el pasado miércoles, una patrulla de la Guàrdia Urbana detectó a la familia e identificó a los integrantes de la misma. Los guardias vieron la situación en que se encontraba el bebé. Posteriormente se trasladaron al lugar agentes de la Unitat d’Atenció a la Víctima (UAV) para entrevistarse con la madre. Finalmente decidieron, como caso urgente, la necesidad de ofrecer un alojamiento a las mujeres y al bebé, mientras los hombres arreglan el vehículo. De todas maneras, el alojamiento es sólo para tres días.
Las agentes de la UAV contactaron con Servicios Sociales para que tuvieran conocimiento de los hechos, a la vez que redactaron diligencias informativas para ser remitidas a la Fiscalía de Menores sobre la protección del bebé.
Ahora esperan poder adquirir un motor. Uno nuevo cuesta unos 2.000 euros, según aseguran. Por ello, creen que tendrán que ir a buscar alguno a un chatarrero, donde vale unos 50 euros. Sin embargo, tienen que conseguir el dinero necesario para su adquisición.