Urbanizado el Camí Vell de la Canonja, tras veinte años de reivindicación

Los trabajos, que han costado 85.000 euros, han consistido en el asfaltado de la calle y la mejora de la iluminación

20 julio 2022 13:14 | Actualizado a 20 julio 2022 13:18
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Veinte años después, los vecinos del Camí Vell de la Canonja y del Camí dels Horts –en Torreforta–, han conseguido que el Ayuntamiento les pusiera en condiciones su calle. Hoy, el alcalde de la ciudad, Pau Ricomà, ha acudido al lugar para informar a los vecinos sobre la recepción de las obras. Los trabajos, que han costado cerca de 85.000 euros, han consistido en el asfaltado de las dos calles, en poner aceras –lo que ha convertido la vía en un solo sentido de circulación–, en mejorar la iluminación y hacer más accesibles los pasos de peatones del entorno. Todas estas actuaciones devuelven la dignidad a unos vecinos que, hasta ahora, se sentían aislados del barrio. Así lo asegura el alcalde: «Lo más importante es que estos trabajos suponen un cambio de vida para los que viven aquí. Aunque se trate de un grupo reducido de vecinos, tienen el mismo derecho a vivir en condiciones dignas».

La lucha de estos vecinos se remonta a hace más de veinte años, cuando Joan Miquel Nadal gobernaba la ciudad. Querían que les asfaltan la calle, teniendo en cuenta que ni las personas mayores ni los más pequeños de la calle, podían transitar tranquilamente por allí. Además, la zona no estaba bien conectada con el resto del barrio. No era accesible. Prueba de ello es que una vecina de la calle, que lleva años en silla de ruedas, no podía cruzar la calle porque no los pasos de peatones no estaban adaptados. Además, ambas calles estaban tan deterioradas que grupos de jóvenes las utilizaban para llevar a cabo trapicheos ilegales con droga y otras sustancias.

El concejal de Territori, Xavi Puig, ha explicado in situ que «es una intervención que empezó para mejorar la accesibilidad de personas mayores que tenían problemas para acceder a su casa y al barrio. Era un entorno aislado y no estaba urbanizado». Los antiguos gobernantes siempre habían justificado su inacción, asegurando que no eran calles de titularidad municipal. Finalmente se ha demostrado que no era así.

Peticiones vecinales

Los vecinos están contentos con la actuación, aunque aseguran que todavía quedan algunos flecos para acabar de sentirse satisfechos. «Nos gustaría que pasara el barrendero por aquí, y no tener que ser los propios vecinos los encargados de limpiar la vía pública», dice Álvaro Navarro, uno de los residentes en el Camí Vell de la Canonja, quien, como portavoz de la calle, pide que la Guàrdia Urbana se acerque al lugar para poner sanciones a los propietarios de perros que utilizan la zona como pipican, y que la brigada limpie los hierbajos que quedan, para evitar plagas de insectos.

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