Viola a una joven discapacita y ebria en el asiento de atrás entre Salou y Tarragona

Ocurrió en el asiento trasero de un coche. Ella iba tan ebria que vomitó varias veces durante el trayecto.

02 mayo 2019 07:09 | Actualizado a 02 mayo 2019 07:26
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Un hombre se aprovechó del estado etílico de una joven de 18 años y de su discapacidad intelectual para violarla cuando ambos iban en los asientos posteriores de un vehículo. Ahora, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona ha condenado al procesado a siete años de prisión  y siete más de libertad vigilada, además de al pago de una indemnización a la víctima de 6.000 euros. 

El relato comienza a las once de la noche del 30 de abril de 2017. La víctima, una amiga de 13 años y un amigo se encontraban en la casa de la primera cuando fueron recogidos por dos chicos para ir a tomar unas copas en un bar. En dicho establecimiento estaba el ahora condenado, un ciudadano rumano de 43 años –quien había sido pareja de la abuela de la adolescente–. Invitó a la menor de 13 años y a la de 18 a consumir de manera continuada e insistente bebidas alcohólicas.

Las chicas, uno de los acompañantes y el acusado se marcharon a otro local de ocio, en este caso en Salou. Allí, el procesado continuó insistiendo en que las dos jóvenes consumieran bebidas alcohólicas que él abonaba, llegando incluso a decirles a ambas que si no continuaban bebiendo no las llevaría de regreso a casa.

Sobre las dos de la madrugada del día 1 de mayo, los cuatro se dispusieron a volver a casa. La víctima y el encausado ocupaban los asientos traseros por indicación de él. La joven se encontraba afectada por el consumo de alcohol, llegando a vomitar en varias ocasiones en el camino de vuelta en el interior del vehículo y en el exterior. Durante el trayecto, y estando la víctima sin capacidad de reacción, el acusado la violó. Ella se quejó de dolor, lo que fue detectado por su amiga de 13 años, quien recriminó al procesado su conducta. 

Durante el juicio, según los magistrados, el acusado realizó unas manifestaciones autoexculpatorias «inverosímiles». Dijo que fue ella la que se insinuó y le incitó, pero que él no la tocó, y le puso saliva para quitarle una mancha.

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