- ¿Cuándo empezaste como monitora de zumba, spinning, tonificación, aqua gim y pilates?
- A los diecinueve años empecé. Antes era socorrista, pero la empresa para la que trabajaba me ofreció un cursillo y un empleo como monitora de gimnasio, y acepté, sobre todo porque me gusta la música y el baile.
- ¿Ese gusto por la música y el baile te viene desde pequeña?
- Sí, con solo tres años ya iba a solfeo, tocaba el piano. Después, con ocho años empecé a bailar y practicaba jazz en una academia y por eso me decidí a ser monitora de gimnasio.
- ¿Realizas todas estas actividades en un solo día?
- Bueno, a veces sí, otras no… Pero si no las practico todas en un mismo día a lo mejor tengo que hacer tres clases de zumba.
- ¿El cuerpo se acostumbra o se hace difícil?
- Al final te acostumbras. Al principio cuesta porque yo me tenía que tomar algunos suplementos y bebidas energéticas pero en realidad luego te acostumbras y ya da igual que sea una hora que cinco.
- En zumba, ¿creas las coreografías?
- Hay algunas que sí y otras que no, porque las envía Zumba ya. Las que creo yo suelen ser coreografías que me envían pero con pasos cambiados o invenciones totalmente mías, pero para mí no es un problema porque me es muy fácil inventar nuevos pasos, es algo que ya me sale solo.
- ¿Qué tipo de público suele asistir a estas actividades?
- Depende de la actividad. Por ejemplo, para aqua gim suelen venir señoras mayores porque la gente joven cree que es solo para gente mayor, y no es así. Después en zumba, en cambio, la mayoría son chicas jóvenes porque la gente mayor no suele aguantar el ritmo. Lo que es más general es que no vienen casi hombres. En tonificación, por ejemplo, ya viene gente de todas las edades ya sean mujeres u hombres.
- ¿Cuál de todas estas actividades es la que tiene más éxito?
- Ahora mismo, zumba. Yo hago las clases en el gimnasio donde trabajo, pero también en el paseo de La Pineda de manera gratuita y tiene mucho éxito. Viene gente de todas las edades, de mayores a niños y tanto hombres como mujeres.
