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El principal problema de los españoles no pasa por hacer o no hacer dietas, sino por ajustarse a un régimen de comida donde se sientan cómodos, donde puedan preparar sus comidas con relativa calma, y adoptar micro hábitos sencillos de asimilar hasta lograr un cambio radical en sus vidas, en su cuerpo y en su salud. Comer saludable no tiene porqué ser sinónimo de un sacrificio. Puede, al contrario, ser placentero y no representar más que una mínima dosis de esfuerzo y voluntad. Quizás, ni siquiera haga falta establecer una dieta estricta, sino acostumbrarse a hacer las cosas de una manera diferente.
La mala alimentación tiene efectos devastadores para la salud. No sólo a nivel de energía, sino también en la autoestima. Verse bien es sinónimo irrevocable de sentirse bien, por lo que establecer una conducta más responsable hacia lo que comemos y cómo lo comemos forma parte de la lista de actividades elementales para lograr el cometido. No son pocas las personas que se inscriben en un gimnasio para desertar al mes siguiente. Tampoco son pocas las que comienzan una dieta pero no se acostumbran al cambio. Para ellos, existen soluciones que, a modo de pequeños hábitos, pueden irse adoptando hasta lograr un cambio radical.
La importancia de las bebidas
Aunque existen pocos estudios al respecto, el promedio de consumo de líquidos no alcohólicos en cada persona es muy bajo. Una minoría de las personas es la que alcanza la cuota de los 2 litros de agua consumida por día, que es lo mínimo viable. El resto de los mortales ingiere agua sólo cuando tienen la necesidad imperiosa de hacerlo.
Comenzar el hábito de tomar agua regularmente, a fin de lograr el objetivo de los 2 litros diarios, puede ser el paso inicial para ir adecuándose a un nuevo modelo de vida y de alimentación. Tras varias semanas, se pueden ir añadiendo otros hábitos. La ausencia de agua está manifestada por un déficit en la energía. Un déficit que ninguna dosis de cafeína podrá suplir.
Comer saludable y sin esfuerzo
El otro día miraba una comparativa de Ollasarten.com sobre los robots de cocina. Aunque pareciera un detalle menor, la inclusión de un aparato de estas características en la vida diaria puede tener un efecto dominó en las conductas de alimentación saludable. Los robots de cocina permiten tener recetas célebres, deliciosas y sanas sin tener que hacer malabares para prepararlas.
Dependiendo del modelo y sus especificaciones, podrá desde preparar pollos horneados o a la plancha hasta hacer selectas comidas italianas o árabes. Gran parte de la mala alimentación en España no viene dada por una ausencia de alimentos para consumir, sino por una ausencia de la planificación de las comidas de cada semana.
La importancia de las otras bebidas
No sólo de agua vive el hombre, reza una frase histórica. Y es que, aparte de consumir 2 litros de agua al día, una persona debería consumir aproximadamente un litro de otras bebidas, como los zumos. Por eso, la inclusión de un aparato como las licuadoras para zumos y smoothies puede solucionar una serie de problemas.
En primer lugar, se cumple con la cuota de un litro de zumos al día. En segundo lugar, se evita consumir otras bebidas o comer productos altos en azúcares como merienda. En tercer lugar, se pueden hacer jugos de frutos verdes y hasta hortalizas, cuyos beneficios pueden variar de entre quemadores de grasas, energéticos, y hasta limpiadores de impurezas.
Así, la dieta no es principalmente la salida, sino una excusa para ver que no era posible. Plantearse el problema desde otra perspectiva, y adoptar micro hábitos, puede ser suficiente para lograr el éxito y verse mejor cada día.
