El Esquirol: Baño y mucho deporte

Los acérrimos de esta playa acuden por su tranquilidad, pero también por su dinamismo, pues se organizan conciertos y se enseñan prácticas acuáticas 

09 julio 2017 19:43 | Actualizado a 20 julio 2017 08:47
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Carlos Rodríguez, también llamado Charlie, descansa en la barra del chiringuito Wind Cambrils. Aunque no durante mucho tiempo. Llegadas las 12.30 horas los clientes empiezan a venir con cuentagotas. El ritmo se dispara llegada la hora de comer. Perdona, ¿me pones una caña? o frases como  sí, y a mí otra, son peticiones que se van reproduciendo en bucle durante el día. «Hace tres años que estoy aquí y no cansa para nada. Siempre haces algo diferente y pasan muchísimos turistas, de los que aprendes cantidad de historias», explica Charlie mientras prepara un tentempié. El chiringuito está bien pensado, pues se distingue del resto. «Nuestro aliciente es, sin duda, que tenemos la Escuela de Vela Wind Cambrils justo al lado. Vienen algunos surferos y mucha gente con ganas de aprender», continúa el barman. Uno de los ingredientes que lo hace aconsejable es su apuesta por la realización de conciertos llegada la tarde algunos domingos. «Se puede escuchar rock, algo más alternativo y mestizaje», acota. Es un dato a tener en cuenta aunque la comida es vital. Preguntado sobre qué tapa o plato es la estrella del local playero, Charlie responde sin dudarlo y extendiendo el dedo a señalar las papas con mojo. «Esta salsa que acompañamos con tomate es típica de Canarias y es un acompañamiento imprescindible, aunque es algo picante. Triunfa mucho y nos caracteriza junto a la sepia a la plancha», establece seguro el camarero. 

En la zona de la terraza y en bañador está Nerea Zugazaga, acompañada de amigos y familia. «El precio aquí está muy bien para lo que te ofrecen, además puedes practicar deportes acuáticos. A nosotros nos encanta y puedes tener a los niños entretenidos en la banana», explica ella decidida. Hace unos días que vinieron desde Bilbao y siempre que pueden repiten. 

Una compañera de Zugazaga, Mari Prieto, también está de acuerdo. «Hay poca gente y está cerca de Salou, donde también encuentras ambiente. Además, esta zona se ve bastante segura», corrobora ella. De hecho, Prieto está de enhorabuena, cumple años. Lo celebrarán por todo lo alto. 
Sol y sombra

El sol empieza a irradiar calor cada vez más fuerte y la solución por la que optan muchos es zambullirse en el agua o realizar deporte. En el caso de Carme, natural de Reus, pasea junto a su marido por la orilla. A ella le encanta el sol, a juzgar por su moreno uniforme. Están a punto de marcharse a comer. «Nosotros, al conocer esta zona hace 10 años ya decidimos que aquí queríamos establecernos los veranos. Por eso compramos un apartamento», explica ataviada con sus gafas de sol y una gorra. 

Más arrimada a la sombra está Maite Irarduia, también del País Vasco. Está con su gente, junto a la que ha dispuesto una gran toalla para sentarse sobre el césped. Bajo un pino disfrutan de una mañana calurosa aunque ventosa. «Estamos en el Camping Platja Cambrils estos días, que está justo aquí enfrente. Habíamos visto buen ambiente aquí en la playa y hemos decidido venir», justifica Maite. Es el tercer año que acuden a esta zona y casi siempre dicen que han de volver. 

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