Los estrenos de la semana en Tarragona: 'El Bar', cuando no existe La Comunidad

El nuevo trabajo del cineasta bilbaíno Álex de la Iglesia, en forma de thriller violento, refleja el egoísmo en el ser humano actual. Es la lucha por sobrevivir en un espacio reducido

19 mayo 2017 15:54 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:18
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Cuando Álex de la Iglesia estrenó La Comunidad, no podía ni pensar que 17 años después iba a llevar a la gran pantalla otro gran hito del paradigma español: El Bar.

El conflicto de individualismo que rezuman los personajes en La Comunidad acaba congregando intereses gracias al tema de fondo: la pasta, el dinero (osea, 500 millones de pesetas).

Sin embargo, en El Bar, De la Iglesia da un giro completo y termina apostando por el egoísmo total de la retahíla de personajes que se congregan en un espacio reducido. Y todo por sobrevivir, inherente condición humana. El Bar es un ‘thriller’ violento sobre los miedos que atenazan a la sociedad actual.

Álex de la Iglesia vuelve, en cierto modo, a sus orígenes, cuando filmó Mirindas asesinas (1991) en la que resumía su tradicional confrontación entre el costumbrismo ibérico más esperpéntico con el puro cine de género, a través de un humor ácido que le serviría para definir toda su carrera.

El Bar tienee un primer tercio de película estupendo, con un arranque brillante y un dibujo de la situación y de los personajes que promete mucho. Una situación paralela a la ocurrida en Las brujas de Zugarramurdi (2013), donde De la Iglesia apuntaba alto en los primeros minutos de la película pero que acababa decepcionando notablemente y perdiendo el norte con escenas escabrosas y gratuitas.

Si usted es fan incondicional de De la Iglesia, tiene que verla. Posiblemente, no será la mejor de sus películas (es difícil estar al nivel de El día de la bestia o La Comunidad), pero tampoco es de las peores (Balada triste de trompeta, Muertos de risa o Las brujas de Zugarramurdi).

Para esta ocasión el cineasta bilbaíno ha vuelto a contar con Mario Casas en el papel de protagonista tras hacerlo anteriormente en Mi gran noche y Las brujas de Zugarramurdi. Le acompañan intérpretes como Terele Pávez, Blanca Suárez, Jaime Ordóñez y Carmen Machi, con los que ha contado en más de una ocasión.

El objetivo de De la Iglesia en El Bar es mostrarnos la variopinta fauna nacional encerrada en un escenario como un bar mientras tratan de superar una situación límite. Cambiando la ubicación y salvando las distancias, algo así como hizo Tarantino hace dos años en Los Odiosos Ocho.

Vida y muerte en un bar

Son las nueve de la mañana. En un café del centro de Madrid un grupo de personas de lo más dispar desayuna tranquilamente. Parece un día cualquiera… hasta que uno de los clientes se marcha del local y, en el momento en que pone un pie en la calle, recibe un disparo en la cabeza. Nadie más se atreve a salir. Están atrapados. Después del terrible suceso, los protagonistas que se encuentran en el local se ven obligados a permanecer en su interior, con el temor de que un francotirador dispare a todo aquel que intente salir de allí. Las tensiones entre los personajes comenzarán a crecer, con situaciones extremas y a la vez cómicas, y la barra se convertirá en el lugar en el que revelar los pecados y las culpas de cada uno. Pero... ¿y si el asesino está dentro del bar?

 

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