- ¿Cómo es un verano ideal para Mikel Herzog?
- Para mí, un verano ideal es todo lo que se parezca a un ambiente calmado con mi familia donde pueda disfrutar de la tranquilidad de mi ciudad con el cariño de mi gente. Como siempre digo, tenemos la suerte de vivir donde los demás pagan por ir de vacaciones.
- El mejor lugar para desconectar...
-Un buen partido de pádel en el Club Esport Estival Park de La Pineda, y en su terraza una timba de mus con mis amigos. Y la calma, la calma que no falte.
- Su rincón favorito de Cambrils...
-Más que un lugar, me quedo con los paseos en bici que me ofrece Cambrils por el caminito que recorre toda la playa desde Vilafortuny (donde vivo) hasta la Llosa. Son muy especiales.
- ¿Escucha música en su tiempo libre?
- Como paso mucho tiempo trabajando con ella, no suelo escucharla en mi tiempo libre. En fin, como se suele decir, ‘En casa del herrero, cuchillo de palo’.
- ¿Algún plan especial para este verano?
-No suelo planear mis vacacions con mucha antelación. La improvisación es un arte, y me encanta lucir de artista en estos casos. Además, ahora mismo estoy más centrado en la búsqueda y preparación de temas para mis chicos.
- ¿Su canción favorita?
- He ido adoptando un montón de canciones y artistas en mi baúl de los recuerdos, ya que hablamos de la música, ni más ni menos. Pero mis gustos se mueven desde ‘El blues del autobús’ de Miguel Ríos hasta ‘Por fin’ de Pablo Alborán. Aún así, estos días estoy realmente atrapado en las últimas composiciones de mi hijo Ivan.
- Cantar, producir, componer... ¿Con qué se queda?
-¿Por qué escoger? Llevo toda la vida haciendo las tres cosas, son complementarias y totalmente necesarias para mí.
- ¿Qué opina del momento por el que pasa ahora el mundo de la música?
- El mundo de la música está pasando exactamente por el mismo momento por el que pasa el mundo en general. Siempre he dicho que más que una crisis económica, estamos viviendo una crisis de valores, de preferencias, algo que llega a ser mucho más destructivo que el mismo dinero. Si encima, a eso le sumas la piratería, lo tenemos claro...
- Operación Triunfo supuso un antes y un después para el sector. Como miembro del equipo, ¿le sorprendió el ‘boom’ que tuvo?
- Me sorprendió, en fin, nos sorprendió a todos. Las tres primeras semanas prácticamente carecíamos de audiencia, pero a partir de ahí, todo empezó a subir como la espuma hasta los límites que todos hemos podido conocer.
- ¿Cómo lo vivió?
- Para mí supuso un aprendizaje ‘express’, ya que me dediqué a la dirección de los chicos de la postacademia y de todas las giras.
- Como comentaba ahora, sus hijos Mikel e Ivan también son músicos y han concursado en otro ‘talent show’ televisivo, La Voz. ¿Cómo les ha visto?
- Mis hijos són muy jóvenes, tienen mucho que aprender y muchos golpes que llevarse, aunque siempre van a tener aquí a un servidor para suavizarlos lo máximo posible. Esta experiencia en La Voz ha sido exactamente eso, una experiencia más, algo de lo que aprender, un inicio, si quieres. Lo que tengo muy claro es que tienen madera y van a seguir luchando por lo que tanto desean. Sobre todo son unos currantes natos y ambos estudian música desde muy chiquititos.
¿Cuál es el principal consejo que les ha dado a partir de sus vivencias?
- Que para poder disfrutar hay que prepararse, que si quieren dedicarse a estoy hay que trabajárselo, que esto no es ningún juego y hoy en día la competencia está por las nubes. Hay que encontrar el camino y a partir de ahí y disfrutar al máximo de esto tan grande que es la música. Mikel está ya en el Liceo estudiando el Superior de piano en música clásica. Ivan, todavía está en el grado profesional, pero él de música moderna y Jazz.
- ¿Qué proyectos tiene entre manos?
- Mi proyecto de pasado, presente y futuro, han sido siempre mis hijos desde que los oía cantar juntos siendo dos enanos cabezones. Es mi proyecto más emocionante y me siento muy realizado cuando trabajo en él, y sobre todo, con ellos.
