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Denominamos ‘Oli del raig’ al primer aceite prensado en molino de la temporada. Es justo por estas fechas a mediados de noviembre y se trata de un aceite procedente de olivas tempranas y frescas de la variedad arbequina.
El sistema de cultivo intensivo junto con la recolección a máquina permite cosechar las olivas en apenas tres días. Esto ayuda a conservar el punto óptimo de maduración que se necesita para este producto.
El ‘Oli del raig’ se tiene que consumir lo antes posible, ya que su primer desnudo natural lo hace en el envase. Este aceite no pasa por ninguna máquina filtradora que le saque la materia sólida o restos de oliva volátiles que conserva el producto después de pasar por el molino. Estas partículas de oliva que esconde el ‘Oli del raig’ aportan más sabor, gusto y textura al producto, además de un color más turbio.
Los restos de oliva le dan a este aceite una vida más efímera que la del aceite filtrado. Se debe a que con el paso del tiempo, estos depósitos del fruto de la oliva se pueden depositar al fondo del envase y deteriorar el producto, por lo que tiene que envasarse bajo demanda y consumir pronto. Esta es la característica más intrínseca del ‘Oli del raig’ y por lo que deja un poso en el fondo del recipiente.
‘Consumo antes de dos meses’
El presidente de la Cooperativa Agrícola de Montbrió del Camp, Josep Maria Borràs, explica que «el ‘Oli del raig’ se ha puesto de moda y la gente lo pide mucho. Se trata de un aceite muy espeso y gustoso. Pero la gente tiene que ser consciente que es para un consumo rápido. Por eso siempre tiene que ir indicado con una etiqueta que advierta que se consuma antes de dos meses».
«Es un aceite que no se filtra ni deja reposar -explica Borràs-, entonces lleva unas impurezas o restos que cuando hacen poso en el fondo de la garrafa deterioran el aceite. Al principio sólo se vendía en garrafas de dos litros, pero ahora la gente lo pide más y también las hay de cinco».
También existe el aceite del segundo ‘raig’. «Es virgen pero no virgen extra. Como es la segunda vez que pasa por la prensa, se trata de otra calidad con más defectos, que vendemos para otros usos como a una empresa que se dedica a la cosmética», finaliza Borràs.
Las micropartículas del ‘Oli del raig’ tienden a sedimentares en el fondo del envase y se forma un poso, mientras que en el filtrado esto no ocurreAsimismo, el gerente del Celler Masroig, Josep Arnal, cuenta que «el ‘Oli del raig’ viene de cuando el aceite se hacía con molinos de pierda. Era el más limpio, aunque ahora casi todos los molinos son de dos fases y casi todos los aceites son de primer ‘raig’. Es un aceite que conserva el gusto de la aceituna, como si te la comieras. Pero tiene una duración determinada, ya que es turbio y no se puede guardar mucho tiempo».
«Este aceite te da pistas de cómo será la calidad del aceite de la temporada. Este año será un año de mucha calidad, pese a que las sequias han mermado el número de producción. Aunque no ha llovido mucho, el sabor se ha concentrado», analiza Arnal, que añade: «El pasado fin de semana ya empezamos a comercializar el ‘Oli del raig’ con los primeros productos de la cosecha».
Es un aceite de color turbio con restos de la pulpa y parte de la piel de la aceitunaPor otro lado, el director de Marketing y Comunicación de la Cooperativa de Falset Marçà, Ferran Vidilla, explica que «desde la última semana de octubre ya tenemos el ‘Oli del raig’ y ya hace días que lo estamos comercializando por internet».
«Su demanda ha aumentado los últimos años, ya que al no estar filtrado conserva partículas sólidas que potencian el gusto y el aroma. Cuando se hace poso queda un buen aceite pero pierde potencia», argumenta Vidilla, quien apuntilla: «En nuestro caso, es un aceite de oliva arbequina 100% con matices picantes».
