Romper con mitos y ´excusas´ en la compra de un coche eléctrico

Marta Marimon, directora de vehículos eléctricos de Nissan, anima a perder los miedos a esta nueva movilidad, más económica y limpia, que causa aún recelos en España.

19 mayo 2017 18:43 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:04
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Tal como ocurrió en su día con el cambio automático, nuestro país es aún reacio a la utilización del vehículo eléctrico. Los más valientes se decidieron por el híbrido, pero la mayoría de conductores aún no se atreven a poseerlo como coche único en la familia. La fobia procede de creencias y tabúes similares a los que causaron en su día los ordenadores, los ebooks o las cámaras digitales. Algunas tienen razón de ser, pero otras son propias de ese miedo instintivo a lo nuevo.

Marta Marimon, directora del departamento de vehículos eléctricos de Nissan, es la mujer que más conoce sobre la que será, sin duda y a pesar de muchos, el futuro de la movilidad. Pero repasemos esos miedos. ¿Son reales?

¿Es la autonomía el principal problema del coche eléctrico?

No debería serlo. La media europea de utilización del vehículo nos ha mostrado que un 82 por ciento de los conductores no superan los 100 kilómetros al día. Nuestro modelo Leaf, el que posee más autonomía, llega a los 250 kilómetros por carga, pero, aunque tuviese otro modelo con batería de menos capacidad, le sobraría. Uno de los colectivos que más kilometraje realiza diariamente es el del taxi y se está probando que con una planificación mínima es posible utilizar un vehículo eléctrico. Además, el combustible les sale gratis si cargan en un punto de carga subvencionado por el ayuntamiento.

Sí, claro. Pero, oiga, ¿Y si quiero ir de vacaciones a Badajoz?

Por supuesto que no podrá con la concepción que tiene actualmente de los viajes por carretera. Desde Nissan reconocemos que hasta que la tecnología de acumulación no desarrolle más, algo que está progresando día a día, deberá hacer los largos viajes planificando paradas para recarga rápida, (por ejemplo, mientras se come). Para estos casos, Nissan pone a disposición del poseedor de un eléctrico un vehículo de combustión para largos recorridos. Por ejemplo, las vacaciones. De todas maneras, quien compra un vehículo eléctrico sabe que algún día al año tendrá que alquilar un coche o utilizar nuestro servicio. La contrapartida estará en el enorme ahorro de combustible del que disfrutará todo el año.

¿Es tan grande ese ahorro? La electricidad también es cara.

Compare su consumo actual con los 1,2 euros que puede costarle recorrer 100 kilómetros. Pero, además, dependiendo de donde viva en Cataluña puede ahorrarse el peaje de la autopista, no pagar en la zona azul de aparcamiento y utilizar las vías rápidas. Alguien de Terrassa, por ejemplo, ahorra 300 euros al mes… y la cuota de financiación del Nissan Leaf le sale por 195 euros. Hemos invertido la dinámica, ya no cuesta dinero el coche, sino que lo ganamos con él. No tendrá que hacerle mantenimiento.

Todo eso está muy bien, pero tengo que instalar un enchufe inteligente en mi casa…

Nissan sabe que eso puede ser un freno para la compra de un eléctrico. Para ello ha decidido crear una ayuda de 1.000 euros en la instalación del punto de carga en su garaje o en su plaza de aparcamiento. Su coste difícilmente superará los 1.500 euros.

Invertir 20.000 euros en un vehículo desconocido puede dar miedo. ¿Me dejará probarlo?

También somos conscientes de ello, y por eso, nuestra marca da la posibilidad de devolver el vehículo pasados tres meses desde su compra si éste no les convence. Nos lo quedaremos y le daremos la oportunidad de cambiarlo por otro modelo de combustión sin coste añadido. De hecho, el 93 por ciento se lo han quedado y el 96 por ciento lo ha recomendado.

Podríamos estar escribiendo ventajas durante cuatro páginas: no existe el ruido del motor, no tiene emisiones, ni cambios de aceite, complicaciones de embragues, ni cambio de marchas, no dispone de piezas móviles que generen grandes reparaciones, las pastillas de freno pueden durar 200.000 kilómetros (frena sin pastillas si la batería está muy cargada) … las reparaciones, por tanto, serán baratas. Hay muchos que están esperando a que las baterías progresen en cuanto a su capacidad. ¿Para qué? Qué problema habrá en disfrutar del coche ahora y montar una batería que le dé más capacidad más adelante. Noruega, Gran Bretaña o Francia –en definitiva, Europa-- está entrando en el futuro. En España, aún hay que luchar contra el fantasma de la evolución.

 

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