Un baño en La Fontcalda

Un espacio de gran valor en el municipio de Gandesa, donde disfrutar de su legendaria historia y su esplendorosa naturaleza

06 agosto 2017 18:46 | Actualizado a 10 noviembre 2017 19:45
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El espacio natural de la Fontcalda forma parte del término municipal de Gandesa, aunque unos 10 km, aproximadamente, la separan de la población. Ubicado muy cerca de Prat del Comte, y encajado entre las sierras de la Mola i el Crestall, se abre paso este precioso patrimonio natural, considerado un tesoro de la zona, debido a su belleza innata.  

El rio Canaletes pasa por la zona de la Fontcalda, haciéndose más estrecho en esta zona y abriéndose paso entre sus rocas, formando charcos y piscinas naturales en medio de esta zona montañosa. 

El denominado como balneario de la Fontcalda es un regalo que la naturaleza nos brinda, dándonos la oportunidad de disfrutar de un baño, de la manera más natural posible. Además de permitir notar esa sensación de libertad y pureza tan especial, que solo se puede experimentar en lugares ubicados al aire libre y en plena naturaleza, alejados de las urbanizaciones y las masificaciones de gente.

En él encontramos la famosa fuente de la Fontcalda, conocida también como la Font dels Xorros, una fuente de agua minero-medicinal que sale a 28º,  procedente del mismo Canaletes, ubicado a su izquierda. 

Esta agua es considerada como agua minero-medicinal por su alto contenido en minerales, como el cloruro y el carbonato cálcico, sulfato de magnesio y cloruro sódico. 

Santuario de la Fontcalda

En la misma zona encontramos el santuario de la Fontcalda, una construcción histórica datada a finales de la edad Media, en el siglo XIV, tiempo en el que fue habilitado por frailes trinitarios y se convirtió en un lugar de retiro espiritual. 

Más adelante, los frailes abandonaron el lugar y, aunque la primera capilla fue obra de mosén Tomineda, fue en el siglo XVIII, cuando la construcción tomó la forma con la que la conocemos actualmente. 

En ese momento se construyó un nuevo santuario de estilo neoclásico, formado por una sola nave con dos capillas, una a cada lado; y el coro, situada sobre la entrada. En la parte del altar mayor, los visitantes pueden contemplar valiosas pinturas, obras del artista Josep Lahosa.

Avanzando en la historia, fue ya en el siglo XIX cuando apareció el balneario, y fue construida la hospedería y el restaurante, alrededor de la plaza que gobierna el mismo edificio de la iglesia. Fue en ese momento cuando el lugar empezó a ser conocido y se dio a la población la posibilidad de visitarlo.

Hoy en día, durante el verano se siguen celebrando misas todas las tardes. Es también, solamente durante los meses de verano, cuando el restaurante permanece abierto. Actualmente en el lugar encontramos  una zona de picnic perfectamente habilitada para aquellos que no deseen pasar por el restaurante; y además, cuenta también con una zona de juegos para los más pequeños de la familia. 

Vía Verde

Es importante destacar que todas las instalaciones de la Fontcalda son gratuitas, tanto el santuario como el balneario, y por supuesto, todos sus alrededores.

Entre encinas, pinares y acantilados de piedra calcárea, nos adentraremos en este lugar, de una inmensa belleza natural. 

Muy cerca de la Fontcalda pasa la Vía Verde de la Terra Alta, una de las rutas verdes más bonitas, muy recomendada para todos aquellos aficionados a las excursiones. El mejor plan es realizar un tramo de este recorrido, y terminarlo en la Fontcalda, con un baño entre sus aguas, para descansar y reponer fuerzas. Esta ruta nos lleva por un precioso paisaje de montaña, cubierto por almendros, pinares, viaductos y túneles.

Una excursión en bicicleta, muy llana y fácil de realizar, incluso para los niños. 

Además, para los amantes del senderismo y los paseos, se puede recorrer toda la zona de la Fontcalda por el camino de rocas.

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