Un tesoro en el fondo del Delta del Ebre

Un barco militar inglés que participó en la Guerra de la Independencia en 1813 permanece bajo el agua frente a Deltebre. Encalló por un temporal

19 mayo 2017 18:51 | Actualizado a 21 mayo 2017 16:58
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En el fondo marino del Delta del Ebre, a nueve metros de profundidad, se halla hundido un barco militar de bandera inglesa que participó en 1813 en la Guerra de la Independencia española (o Guerra del Francés). Partió de Alicante para asediar la ciudad de Tarragona. En plena retirada de las tropas, embarrancó, junto con otras embarcaciones inglesas, a causa de un temporal de levante. Desde entonces, reposa frente a Deltebre. En la excavación subacuática se han recuperado diversos objetos tanto de carga como de la vida a bordo. Entre ellos, el sello, el tintero y la pluma del capitán, una botella sin descorchar de vino Fondillón de Alicante, aparejos, objetos de tripulación (botones de casacas militares, zapatos o artículos de cuero) y abundante material de guerra, como municiones de diferente calibre y de fragmentación, bombas o granadas.

También barriles y cajas de madera que servían para transportar la munición de los fusiles (balas de plomo). Como peculiaridad, las tapas conservan la inscripción de los maestros de armas que las cerraron. Se puede leer su contenido, el régimen al que iban destinadas, el mes y el año en los que fueron cerradas y, sobre todo, la forma de la persona encargada. Parte de estos objetos se pueden ver en el Museu Nacional Arqueològic de Tarragona.

La Estació Nàutica Costa Daurada organiza una actividad de arqueología marina para adentrarse en las entrañas de este barco. Grupos de diez personas salen en verano del puerto pesquero de L’Ametlla de Mar en una barca neumática, acompañados por un guía subacuático (del centro de buceo Ametlla Diving), para sumergirse en el corazón del Delta del Ebre y apreciar bajo el agua parte del cargamento que transportaba el buque: bombas, balas de plomo, herraduras… Así como observar el trabajo que realizan los arqueólogos subacuáticos y los materiales que utilizan, pues durante el verano están plena campaña de excavación del yacimiento denominado Deltebre I.

Un ataque fallido

La toma y defensa de la ciudad de Tarragona era el objetivo de la expedición inglesa organizada por el lugarteniente general John Murray y dirigida por el contraalmirante Hallowell. Pretendía dividir la península en dos partes y para el suministro francés, con el fin de romper las lineas de defensa francesas y obligar al mariscal Suchet a retirarse de la línea del Júcar y Valencia.

Esta operación era una pieza clave en el movimiento estratégico de la guerra en el este peninsular, que debía estar acompañado de una gran ofensiva aliada dirigida por el comandante general Arthur Wellesley, más conocido como el duque de Wellington. La flota militar estaba formada por diversas embarcaciones HMS (His/Her Majesty’s Ship) de la armada inglesa y otras que transportaban material bélico y de avituallamiento.

El ataque fue un fracaso y, durante la retirada, una serie de barcos de transporte quedaron varados en las gargantas del Ebre. Los historiadores estiman que fueron dieciocho los que quedaron encallados, de los que tres fueron recuperados. Por tanto, cinco quedaron perdidos con su carga militar, uno de ellos, el Deltebre I.

Dos siglos después, en 2008, un pescador local, Carles Somolinos, comunicó su hallazgo al Departament de Cultura de la Generalitat. El Centre d’Arqueologia Subaquàtica de Catalunya es el encargado de las excavación y el estudio.

Se trata de uno de los pocos barcos arqueológicos que no han sufrido ningún expolio. Posee un alto valor científico y su buen estado de conservación ha permitido conocer un episodio de la historia a partir de sus restos y los objetos recuperados o los que aguardan en su interior –hay materiales de difícil conservación fuera del agua e incluso del propio barco–. De hecho, ha dado lugar a la exposición Deltebre I. Història d’un naufragi.

Durante la excavación se ha identificado el timón, de nueve metros y medio de altura, que por sus dimensiones sigue en el fondo. Restos de la proa, de unos cuatro por cuatro metros, permiten también hacerse una idea del método de construcción de los barcos de la época. Era una gran obra de ingeniería.

75 euros por persona

La actividad de arqueología marina de la Estació Nàutica sólo se lleva a cabo los meses de julio y agosto y con reserva previa. Es por la mañana, de 9 a 15 horas, y cuesta 75 euros por persona. El precio incluye guía subacuático, travesía con barca desde L’Ametlla de Mar hasta el Delta del Ebro, botella de oxígeno, plomos, refresco, reportaje fotográfico y certificado de visita cultural. Para participar se requiere el título open water, el básico de buceo.

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