Vacaciones sin conexión, ¿quién se atreve?

Joan es periodista y en las últimas vacaciones sus compañeros de redacción no creyeron que de verdad se había ido de viaje hasta que no les envió una foto de la isla donde se alojaba con la familia. Y es que, a pesar de estar en pleno descanso estival, enviaba reportes casi a diario. Definitivamente, Joan forma parte de ese 6,4% de trabajadores que no consigue olvidar se del trabajo «en absoluto», según una encuesta reciente de Adecco y Randstad. En el mismo sondeo un 28,4% dijo que consigue cierto nivel de desconexión pero no el grado que desearía. 

La encuesta también recoge que seis de cada diez respondería a las llamadas de trabajo y a ‘whatsapps’ mientras está de vacaciones. Y más: casi la mitad de los encuestados (49,5%) reconoce que mira el correo electrónico de empresa en las vacaciones. Entre quienes aseguran que consultan el email laboral, la mitad lo hace una o dos veces al día, mientras que un 9,3% los consulta «constantemente». 

Sin embargo, los estudios muestran que la capacidad para aparcar los temas laborales durante el periodo de descanso también depende de la edad. Así, el 100% de los mayores de 55 años encuestados admiten que desconectan durante sus vacaciones. Una cantidad que desciende al 60% para aquellas personas entre 36 y 45 años. Son los más jóvenes quienes logran desvincularse menos del trabajo, ya que la mitad de los menores de 25 años afirma no poder hacerlo. Asimismo, también hay diferencias por sexo. Mientras que el 72,5% de las mujeres trabajadoras son capaces de desconectar de sus empleos cuando están de vacaciones, sólo un 58,6% de los hombres lo consigue.   

Los más jóvenes necesitan más tiempo para desconectar

La edad también influye en el tiempo requerido para lograr la ansiada desconexión laboral. Y es que cuanto más joven, más días necesita para desplazar los asuntos laborales de sus pensamientos. Así, mientras que más de la mitad de los mayores de 45 años afirman necesitar apenas tres días para desconectar, el porcentaje cae al 40% en los menores de 25 años.             

Pero, ¿qué impide olvidarse del trabajo durante unos días? La razón principal es la dificultad para desvincularse de los temas laborales, según afirma un 48,1% de los encuestados por Randstad. En el 27,5% de los casos los trabajadores alegan que es la empresa la que les contacta e impide su desconexión. Asimismo, un 16% asegura que el problema radica en la imposibilidad de delegar tareas al ser la única persona en gestionar determinados asuntos. Un 5,9% lo justifica por la dificultad en delegar en otro compañero.

Así pues, no ha faltado quien plantee una ‘dieta digital’ para vacaciones, especialmente teniendo en cuenta que un estudio reciente de la OCU alertaba de que el 25% de los españoles son adictos al móvil. 

Montse Giner y Maria Antonia Obrado, psicólogas y expertas en adicción a las nuevas tecnologías de la Universitat Abat Oliba CEU, dicen que hay que aprovechar las vacaciones para hacer «higiene tecnológica» y realizar una desconexión controlada de los dispositivos móviles. 

¿Y vale la pena? Jesús, divorciado, trabaja para una empresa como instalador y cuenta que cuando está de vacaciones con su hija deja el móvil en un cajón y sólo lo usa para llamar cuando hace falta. «Me siento feliz, como si tuviera la hipoteca pagada», dice.