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Unos 15 letrados integran la sección de derecho animal del Col·legi d’Advocats de Tarragona, un organismo muy activo en la lucha contra el maltrato animal que acaba de lograr su primera victoria. La aportación ha sido clave para que el pleno del Ayuntamiento de Roses (Alt Empordà) aprobara una moción presentada por el grupo de Gent del Poble para que el municipio suprimiera dos tradiciones: la empaitada d’ànecs’, que se realiza cada verano desde hace 97 años, y el correbous. «Ha sido nuestra primera acción conjunta, pero no será la última. Estamos muy contentos», comenta el abogado tarraconense José Ferrandiz. «Todo comenzó cuando el año pasado solicitamos información a raíz de un incidente en el último festejo de la ‘empaitada d’ànecs’. Pedimos datos para identificar a las personas. Se nos informó y, a partir de ahí, junto con los colegios de Barcelona y Girona, empezó el proceso».
Los abogados pidieron información como la identificación de la entidad organizadora y de la empresa suministradora de los patos o el importe de la subvención municipal abonada a los organizadores. El detonante de todo ello tuvo lugar el pasado 16 de agosto, cuando una de las personas que participaban en la actividad utilizó un pato vivo para golpear y agredir a un activista que la estaba grabando.
Representantes de esas asociaciones mantuvieron posteriormente reuniones con diferentes grupos políticos. «Nuestra intención primera era demandar esa información. El objetivo es que se cumpla la legalidad vigente y, además, intentar que haya una ley marco, que sea la que aglutine», narra José Ferrandiz. Esta sección del Col·legi d’Advocats de Tarragona se plantea seguir ‘batallando’ en otros frentes. «En las Terres de l’Ebre te topas con el enquistamiento de estas actividades en las tradiciones. Eso es una cuestión difícil. Lo ideal es que sea la propia sociedad la que poco a poco entienda y vaya evolucionando», aporta Ferrandiz.
El Col·legi d’Advocats de Tarragona es una de las entidades en España más combativas en otro acontecimiento taurino de relevancia que suele, además, estar en vuelto en polémica:el Toro de la Vega, un torneo de origen medieval celebrado en la localidad vallisoletana de Tordesillas. «Alllí también se usa como argumento la tradición para justificar el maltrato», añade Ferrandiz.
Una representación del Col·legi suele acudir anualmente al evento para hacer oposición. En diciembre, un juez de Valladolid impuso la primera condena penal contra el Toro de la Vega. El magistrado condenó a una pena de seis meses de multa a razón de tres euros al día a un taurino que lesionó a un animalista con una pedrada en la cabeza. David Rocamora, abodado tarraconense de la organización Acción Legal Animalista, formó parte de la acusación particular. La lucha de los abogados contra el mediático Toro de la Vega continúa viva.
