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Andalucía dispondrá desde septiembre de una universidad pública cuasi gratuita, al estilo de lo que ocurre en países centroeuropeos como Alemania y Austria, con independencia de los precios mínimos de tasas que cada curso marque el Gobierno central o del nivel de ingresos familiares, que deja a muchos estudiantes incluso sin la beca mínima.
El Ejecutivo autonómico anunció ayer que premiará al estudiante con una bonificación del 99% del coste de cada asignatura por cada materia que haya aprobado en el curso anterior. Es decir, el alumno que saque al menos un 5 en cada asignatura sabe que solo tendrá que pagar un 1% del precio de las tasas del curso siguiente y el que suspenda alguna tendrá un coste garantizado muy reducido.
La iniciativa, que se aplicará tanto a grados como a másteres, tendrá un coste de entre 25 y 30 millones y el dinero de la subvención lo aportará el Ejecutivo autonómico a cada una de las nueve universidades públicas andaluzas dentro del plan de financiación que actualmente se negocia. Se estima que la medida beneficiará a unos 30.000 estudiantes de grado y a un número aún indeterminado de alumnos de máster.
Se trata de una de las propuestas estrella que la presidenta Susana Díaz lanzará este miércoles durante el Debate sobre el Estado de la Comunidad como ejemplo de que su preocupación es la región, una vez frustrado su intento de salto a la política nacional como líder del PSOE.
La medida de Díaz busca corregir los efectos perniciosos de dos de las políticas del PP más criticadas por los socialistas, la de tasas universitarias y la de becas. Las tasas, desde la reforma de 2012, las fija cada comunidad pero de acuerdo a unas amplias horquillas de precios marcadas por el Ministerio de Educación que han provocado un encarecimiento medio en los grados del 20% y de hasta más del 60% en zonas como Catalunya. El sistema implantado por Wert ha provocando una mayor dificultad económica de acceso a la Universidad.
