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La coalición de Junts pel sí se ha impuesto en casi todos los distritos de la Barcelona gobernada por Ada Colau, donde Catalunya Sí que es Pot se ha hundido en los barrios que la auparon a la alcaldía y ha sido desplazada por C's y PSC como fuerza alternativa al independentismo.
Con un 98,81 % de los votos escrutados, la candidatura de Junts pel sí ha obtenido 323.850 apoyos en la capital catalana, el 37,36 %, seguida por C's, que se ha hecho con 153.125 sufragios, el 17,66 % de votos, y por el PSC, con un 11,43 % y 99.121 papeletas.
En cuarta posición ha quedado la CUP, con un respaldo de 10,02 % y 86.848 votos, por delante incluso de Catalunya sí que es Pot, la coalición de ICV-EUiA y Podemos, dos de las formaciones integradas en la plataforma Barcelona en Comú que el pasado mes de mayo llevó a Ada Colau a la alcaldía de Barcelona.
En una campaña que la mayoría de partidos han planteado en clave plebiscitaria sobre la independencia, CSQP ha quedado relegada hasta la cuarta posición en el distrito de Nou Barris, uno de los que resultaron clave para dar la victoria a Colau y donde, en esta ocasión, la fuerza más votada ha sido C's, con el 22,58 % de los sufragios, seguida de Junts pel sí y el PSC.
El mapa de la capital en este 27S no guarda parecido alguno con el de las municipales de mayo pasado: entonces, Colau se impuso en seis de los diez distritos de la capital catalana -Ciutat Vella, Nou Barris, Sant Martí, Sant Andreu, Horta-Guinardó y Sants- y hoy Barcelona ofrece una imagen monocolor de Junts pel sí, con la única excepción de Nou Barris, en manos de C's.
Atrapada en el fuego cruzado del debate identitario, y con una Colau que evitó posicionarse a favor de CSQP para conservar su papel institucional, la candidatura de Lluís Rabell -que precisamente saltó a la política desde la presidencia de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB)-, se ha desangrado hasta llegar a la última posición en algunos barrios.
En total, CSQEP ha cosechado 84.477 votos, frente a los 176.337 que obtuvo Ada Colau hace tan solo cuatro meses.
Pese a la decisión de la alcaldesa de mantenerse al margen de la liza electoral del 27S, algunos de sus concejales dieron apoyo explícito a CSQEP, mientras otros, como Gala Pin -miembro del núcleo duro de Barcelona en Comú y responsable del área de Participación en el Ayuntamiento- anunciaron que votarían a la CUP, formación que está en la oposición en el consistorio.
