Un prestigioso productor de Hollywood vislumbró hace más de 30 años que el cine de catástrofes víricas acabaría triunfando por la escasa capacidad de previsión del ser humano. Ni catástrofes naturales ni invasiones alienígenas suponen un terror más mortal que el de un vurus o una bacteria. La ciencia ficción lleva años presagiando la llegada de pandemias ante los escasos pronósticos al respecto.
Si hace cinco años y medio temblamos con el ébola, el COVID-19 nos ha enseñado que el contagio global existe y que el planeta debe trabajar conjuntamente si quiere salir adelante. El coronavirus ha logrado enfatizar aún más ese temor por una enfermedad de la que todavía se desconcen muchos factores y a día de hoy su cura.
El atractivo del miedo a las pandemias y epidemias es un recurso común del cine, que en ocasiones echa mano de la sintomatología de patologías como las infacciones respiratorias, el ébola, la rabia, la viruela o el cólera para que la imaginación de los guionistas –en algunos casos casi videntes– dé forma a enfermedades cuyo contagio aboca al fin de la vida humana.
Son varias las películas que nos acercan a ese escenario catastrófico en el que un virus amenaza nuestra existencia. Es posible que les suenen muchas de ellas.
Efecto ‘Contagio’
Sin duda, el actual efecto de transmisión de una enfermedad infecciosa como e coronavirus está muy presente en Contagio. En 2011, Steven Soderbergh nos ofrecía un filme con un reparto estelar donde –de repente, sin saber cuál es su origen, aunque todo hace sospechar que comienza con el viaje de una norteamericana a un casino de Hong Kong–, un virus mortal comienza a propagarse por todo el mundo. En pocos días, la enfermedad empieza a diezmar a la población. El contagio se produce por mero contacto entre los seres humanos. Un thriller realista y sin efectos especiales sobre los efectos de una pandemia.
Sin duda, Estallido es la más cercana al brote de ébola de 2015. El filme que Wolfgang Petersen dirigió en 2015 nos muestra cómo un virus originario de África se extiende por Estados Unidos. La película originó un nuevo término en el vocabulario popular norteamericano: ‘Outbreak monkey’, ago así como ‘la mona de Estallido’, utilizado para definir a una persona que, aún sabiendo que está enferma, acude a su centro de trabajo o estudios, con el consiguiente riesgo de infección de los que le rodean.
En 1997 era Guillermo Del Toro el que estrenaba Mimic. La trama nos muestra un futuro no muy lejano en que Nueva York es atacada por un brote epidémico, provocado por las cucarachas, que amenaza con la muerte a todos los niños.
Por cierto, buena arte de estas películas se pueden ver actualmente en las diferentes plataformas digitales.