Cuatro películas para arder en el sofá de tu casa

Barcelona se convirtió en octubre en una hoguera de contenedores y coches que las televisiones retrasmitieron como si fuera la Super Bowl

08 diciembre 2019 11:30 | Actualizado a 08 diciembre 2019 18:34
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El fuego consume las calles. La ciudad es un campo de batalla. El centro de Barcelona se convirtió durante el mes de octubre en una hoguera infinita de contenedores, coches y sueños de paz y concordia. Las televisiones, públicas y privadas, convirtieron los altercados callejeros en materia espectacular digna de la Super Bowl. El cine de Hollywood, arte estrella del siglo XX y paradigma de la propaganda capitalista, ha creado una mitología artificial alrededor de los disturbios y la violencia callejera en innumerables filmes de culto. A continuación proponemos un menú incendiario repleto de carburante y lumbre para todos aquellos que quedaron huérfanos de imágenes inflamadas de combustible, ideología y pillaje.

Para entrar en calor encenderemos la primera mecha con Calles de fuego (Streets of fire, 1984) dirigida por el veterano Walter Hill. Western urbano que nos presenta una sociedad víctima del desenfreno y el rock. Una banda de moteros terroristas (¡la bomba!) capitaneada por William Dafoe secuestra a la cantante de moda, Diane Lane. La única esperanza está en manos de Michael Paré, guerrero poco convencional que se adentrará en las peligrosas calles repletas de coches abrasados y asesinos a golpe de riff. Una delicia.

Para caldear el ambiente continuaremos con Robocop 2 (Irvin Kershner, 1990), denostada secuela del agente de policía más futurista de la historia. Murphy, mitad hombre mitad policía, es la solución para cualquier alteración del orden urbano y la pesadilla de todos los ministros del interior. Detroit es una ciudad consumida por la contaminación, las huelgas y las peligrosas bandas de criminales que amilanan a una población cada vez más alienada. La megacorporación OCP -Omni Consumer Products- pretende adueñarse de la ciudad y privatizarla dejando a Robocop fuera de circulación. Profética cinta escrita por Frank Miller, maestro de la narrativa y creador de las pesadillas noir vistas en Sin City o el neopeplum 300. Todo un film a recuperar.

Paz enturbiada

En tercer lugar visitaremos una comisaría mítica, la creada por John Carpenter en Asalto a la comisaría del distrito 13 (Assault on Precinct 13, 1976). En la convulsa ciudad de Los Ángeles, un policía recibe una misión, a priori, sencilla: vigilar un cuartelillo que está siendo trasladado a un nuevo emplazamiento. Hasta aquí todo tranquilo. Sin embargo, la paz se ve enturbiada cuando un furgón, que custodia a un famoso criminal, decide pasar la noche en la comisaría y un grupo de exaltados deciden convertir el edificio en un infierno dantesco. Quizás una de las mejores películas de serie B de la historia que navega entre el terror y el western crepuscular inspirado en Rio Bravo (Howard Hawks, 1959).

Finalizaremos este somero repaso al cine de alto octanaje con La primera purga: la noche de las bestias (The first purge, Gerard McMurray, 2018). Cuarta entrega de la saga distópica perpetrada por James DeMonaco y quizás la mejor de todas. Para reducir la criminalidad y adueñarse del espacio urbano el gobierno de los Padres Fundadores (trasunto entre la asociación nacional del rifle y muchos votantes republicanos) decide poner en marcha una teoría sociológica que da rienda suelta a todo tipo de crímenes y actos vandálicos: 12 horas de anarquía y sangre. La estampa nos retrotrae a escenas recientes y es que necesitamos la ficción como dimensión imaginativa, a caballo entre el horror cotidiano y la ensoñación más perversa.

En las cuatro propuestas anteriores, el maltrecho espacio urbano se convierte en una zona de lucha fratricida entre fuerzas locales y potencias globales. Los guerreros de Barcelona, tribu nocturna que aún no ha sido estudiada por ningún antropólogo de prestigio, no conoce el juego ni la broma. Todos sus actos son serios, a diferencia de los protagonistas de los cuatro films descritos, pura fantasía y basurero de prestigio que desaparece con el The End.

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