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Tarragona se prepara una vez más para darle carpetazo al año y la preceptiva bienvenida al siguiente. Con la crisis habiendo reducido desde hace tiempo la proliferación de macrofiestas y verbenas populares, los planes para despedir mañana 2014 siguen siendo abundantes y variados en la provincia. Sin embargo, el modelo ha cambiado: las macrofiestas o las celebraciones extraordinarias en pabellones y polideportivos prácticamente han desaparecido del mapa en Tarragona. «Ahora hay muchas menos fiestas. En los últimos tres años han bajado un 75% en Catalunya. En 2014 ha continuado la tendencia», afirma Joaquim Boadas, secretario general de Fecasarm, la patronal catalana del ocio nocturno.
Este año no ha sido una excepción: de las 60 fiestas que se autorizaron en Catalunya el año pasado se ha pasado a las 25 de 2014, una reducción que ronda el 60%. ¿A qué se debe esa dinámica?Fundamentalmente a tres factores. «La crisis económica lleva tiempo afectando, pero desde 2012 ha influido mucho el ‘factor Madrid Arena’. Eso ha hecho que muchos ayuntamientos ni organizan ellos la fiesta ni dejan alquilar. Un consistorio puede dar licencia por sí mismo pero necesita cumplir todo lo que marca el reglamento de espectáculos, que es una normativa muy estricta, y eso hace que si se tienen que tomar todas esas medidas de seguridad la actividad a lo mejor ya no sale tan a cuenta», afirma Boadas.
Lo sucedido en Madrid hace dos años ha hecho aflorar el temor en los consistorios, muy precavidos a la hora de dar el visto bueno a este tipo de celebraciones a lo grande. Hay un tercer factor, con un impacto de sobras conocido en el mundo del ocio nocturno: el aumento del IVA. «Esa subida de 13 puntos tuvo un efecto devastador, y más en una época de crisis. Eso hizo que muchos locales cerraran y, a su vez, que muchas macrofiestas no salgan a cuenta, porque el producto se ha encarecido», recuerda Boadas. De hecho, el sector del ocio nocturno aplaude que las macrofiestas se hayan reducido.
Fiesta en Vila-seca o El Vendrell
En Tarragona, si la Plaça de la Font, el Pavelló del Nàstic, el Palau de Congressos o la Tarraco Arena Plaça acogieron hace años celebraciones, en esta ocasión no habrá eventos tan multitudinarios. Sin embargo, sí habrá fiestas en lugares como el Pavelló Olímpic de Reus y en municipios como Salou, El Vendrell, Mont-roig del Camp o Vila-seca. Los locales de ocio nocturno que abren durante todo el año serán la alternativa en muchos lugares.
En la noche de mañana podrán adaptarse al nuevo horario:desde el 21 de diciembre hasta el 6 de enero, los bares musicales pueden retrasar su cierre media hora mientras que las discotecas tres cuartos de hora. En Nochevieja, los bares podrán cerrar una hora más tarde, es decir, a las 4.00 horas de la madrugada –y tendrán media hora más para desalojar– mientras que las discotecas, las salas de baile y las de fiesta con espectáculo podrán bajar la persiana a las 7.30 horas. Por su parte, las salas de concierto y los cafés teatro podrán abrir sus puertas hasta las 6.00.
Discotecas, bares musicales, salas de fiesta y hoteles, con sus respectivos cotillones, serán la opción elegida por muchos para pasar la última noche del año, una Nochevieja que cada uno vivirá según su gusto: casas rurales, viajes, cenas de gala, esquí, estancias de lujo o escapadas en busca de relax serán también otras propuestas para los más originales.
