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Los médicos de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales españoles dan la voz de alerta sobre el aumento de pacientes que requieren ingreso en estas unidades por accidentes con patinetes eléctricos.
A excepción de las semanas de confinamiento por la pandemia del Covid-19, donde la movilidad quedó reducida a prácticamente cero, cada vez son más los heridos en accidentes con este tipo de vehículos que llegan hasta los hospitales y que, en muchos casos, tienen que ser ingresados en la UCI por la gravedad de las lesiones.
«Son dispositivos a motor que pueden llegar a generar traumas que precisan de ingreso en Unidades de Medicina Intensiva, tanto al propio conductor como a terceros, en caso de atropello», explica el doctor Pedro Enríquez, coordinador adjunto del Grupo de Trabajo de Neurointensivismo y Trauma de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC).
Los casos más habituales son lesiones derivadas de traumatismos de alta energía, bien por impactos directos tras salir despedidos o al ser golpeados por otros vehículos. «Llama la atención que hasta un tercio de los pacientes tienen traumatismos craneoencefálicos de diversa consideración, pudiendo llegar a comprometer su vida», añade el doctor.
El número de hospitalizados no se aproxima a los datos de Estados Unidos, donde se aumentó la incidencia de casos un 222% entre 2014 y 2018 (según informe publicado por la Journal of the American Medical Association), pero no deja de seguir un patrón ascendente. Así, Unidades de Cuidados Intensivos como la del Hospital Josep Trueta de Girona alertan de cada vez más ingresos por traumatismos craneoencefálicos graves en un plazo muy corto de tiempo.
El jefe de servicio de Medicina Intensiva, el doctor Josep Maria Sirvent, informa de que han llegado a tratar a media docena de accidentados entre octubre de 2019 y marzo de 2020: «Suelen ser fruto de la imprudencia, al ir a gran velocidad por la acera y sin casco de protección. Chocan o frenan con elementos de la vía como las tapas de alcantarilla, pilonas…». Muchos de los casos necesitan de una hospitalización larga. «Requieren monitorización neurocrítica avanzada y tratamiento intensivo durante una media de 15 días, aunque algunos necesitan un período mayor de estancia en la UCI por persistir con una condición clínica de dependencia importante», añade el doctor Sirvent.
En TGN y Reus, más urgencias
El Diari ha hablado con los hospitales Joan XXIII de Tarragona y Sant Joan de Reus para ver si también han visto aumentar en sus UCI este tipo de pacientes. En ambos casos, las fuentes consultadas han coincidido en que en las Unidades de Cuidados Intensivos no se ha notado un incremento especial de estos casos. En el Joan XXIII explican que en un año han tenido un caso grave por un accidente con patinete eléctrico.
En cambio, estos dos hospitales sí que admiten que en sus servicios de Urgencias han empezado a verse en los últimos meses (sin contar el confinamiento) más casos, tanto de conductores de patinetes eléctricos como de peatones atropellados.
La Fiscalía no ha facilitado cifras sobre los siniestros registrados en España en estos vehículos el año pasado, pero los datos de 2018 ya dieron idea del problema que se avecinaba, pese a ser aún un medio de transporte incipiente.
Hace dos años hubo cinco muertes en casi 300 accidentes de patinete eléctrico, con el atropello de 203 peatones, siniestros provocados en su mayoría por el mal uso del vehículo. Los expertos coinciden en que en 2019 la siniestralidad se ha disparado por el gran incremento de su uso. Línea Directa calcula al menos el triple de fallecidos y el comparador de precios Idealo desvela que la demanda de patinetes creció un 1.000%.
Los cuadros de ingreso de estos pacientes en las UCI no difieren del de accidentados que manejaban otro tipo de vehículo. «Las lesiones son prácticamente iguales a las sufridas en los accidentes de bicicleta o moto. No hay que olvidar que la velocidad media de un patinete eléctrico puede llegar a superar los 20 km/h y que circulan por calzadas donde también lo hacen otros vehículos», dice el doctor Enríquez.
Menores de 40 años
Aunque aún es pronto para determinar un perfil de los accidentados, al ser un medio de transporte de uso reciente, los expertos de la SEMICYUC han trazado uno preliminar: personas jóvenes, menores de 40 años, preferentemente varones, sin casco y conduciendo a gran velocidad.
Los expertos llaman la atención sobre el escaso uso del casco entre los usuarios españoles de patinete eléctrico, especialmente entre los más jóvenes. «Nadie discute la efectividad de las medidas de protección en el caso de bicicletas y motos, por lo que no estaría de más su implantación también en estos vehículos. Debemos subrayar que se han dado casos de traumatismos craneoencefálicos graves que quizás se podrían haber evitado con el uso de casco. Dada la velocidad a la que circulan y la limitada capacidad de frenado que tienen estos artilugios, nuestra opinión es que debería ser obligatorio el uso del casco. En cualquier caso, recomendamos su uso encarecidamente en ausencia de obligatoriedad», explica el doctor Pedro Enríquez.
